Estos discos de vinilo le dan un nuevo significado al concepto de “remasterizar”.
Un emprendedor convierte los discos en bisutería, relojes, objetos decorativos y otros productos, con la ventaja añadida de que en el proceso evita que una pequeña cantidad de desperdicios terminen en el medio ambiente.
Patrick Chirico, propietario de Wrecords by Monkey, en Brooklyn, obtiene sus materias primas del excedente de tiendas de discos de segunda mano, que venden las copias más populares y descartan el resto.
Chirico paga unos 10 centavos por disco y utiliza sobre todo LPs de 33 revoluciones por minuto para sus proyectos, separándolos en vinilos gruesos y finos.
“El vinilo grueso lo utilizamos para relojes y piezas decorativas para la pared, y cosas así que no hay que manipular”, indicó. “Y el vinilo más delgado lo utilizamos para hacer brazaletes o piezas cortadas con láser”.
El policloruro de vinilo utilizado para crear los discos no es biodegradable, explicó Eric Goldstein, abogado del Consejo de Defensa de Recursos Naturales.
“Puede quedarse en un vertedero durante cientos, si no miles de años”, señaló.
Para reducir su efecto en el medio ambiente, Chirico utiliza el 90% de cada disco. Con la carátula del disco fabrica soportes para celulares con altavoz, y la funda de papel del interior se emplea para el empaquetado y envío de productos.
Chirico no es el único que recicla vinilos. Brooklynphono, que abrió en 2003, recicla o regraba discos rechazados para crear nuevos álbumes, además de utilizar vinilo nuevo. El año pasado produjo unos 440.000 LPs.
El propietario, Thomas Bernich, explica que su mujer y él empezaron con dos viejas máquinas para imprimir vinilo y ahora tienen cinco.
El declive de los discos de vinilo comenzó en la década de 1980, cuando los minoristas los fueron sustituyendo por discos compactos. Hoy en día, su competencia son las descargas digitales. Pero eso no ha parado las máquinas.
Rainbo Records, un negocio familiar con sede en California, lleva unos 75 años en marcha y es una de las 15 o 15 empresas que quedan en Estados Unidos que siguen imprimiendo vinilo.
Su director general, Steve Sheldon, señaló que Rainbo produjo unos 7 millones de discos el año pasado, y espera aumentar esa cifra en 2015.
Su mejor año en la venta de vinilos fue 1977, el año en que murió Elvis Presley. Ese año, Rainbo imprimió 11 millones de discos. AP