Enojado por el tratamiento dado por la presidenta Dilma Rousseff a su par guyanés, David Granger, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se fue temprano de la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, reseña O Globo.
La delegación venezolana no se presentó al almuerzo que ofrecería el anfitrión este viernes, después de escuchar las declaraciones de Granger sobre lo que él llama “las provocaciones de Caracas”, en torno a la disputa fronteriza del Esequibo.
Todo comenzó cuando Dilma recibió a David Granger en una reunión bilateral, justo antes de la cumbre. Maduro llegó temprano y trató de unirse a la conversación, sin embargo la presidenta brasileña no autorizó su entrada.
Durante la reunión entre Dilma y Granger, el presidente de Guyana solicitó el apoyo de Brasil para mediar en una solución pacífica y Dilma aceptó.
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