Entre tanto, el gobierno optó por plantear la lucha en el terreno de lo político, bien lejos de los asuntos económicos y sociales, que hoy le preocupan más a la gente. En el primero se siente más cómodo hablando del Esequibo, las sanciones de Estados Unidos contra funcionarios corruptos y ahora con las inhabilitaciones a condidatos de la Unidad. Es en ese contexto donde hay que ubicar la propuesta de Henrique Capriles: devolver al campo de lo social la lucha por el poder. Es allí y solamente allí donde vamos a derrotar al gobierno.
José Guerra, como coordinador de economúia de la Unidad, planteó un conjunto de sugerencias para hacer frente a esta situación de calamidad que sufre el país. Capriles tomó varias de ellas y las expuso ante la opinión pública. Todo comienza por recuperar el ingreso de los trabajadores que hoy registra una caída brutal en sus remurecaiones. Esto es fácil decirlo y complejo de ejecutarlo. Lo cierto es que en medio de un cuadro inflacionario, que no depende de lo que el trabajador haga, no se le puede decir a los laborantes que se queden con los brazos cruzados hasta que baje la inflación para que recuperen su poder adquisitivo. Por ello, una política de aumento salarial debe acompañarse de otra para bajar la inflación y ello pasa por detener la impresión de dinero por parte del BCV para financiar el déficit fiscal. Hoy la inflación en Venezuela no se debe al aumento de salarios sino al desorden fiscal y monetario.
Como medida de urgencia se plantea la cración de un fondo para que las familas puedan comprar los útiles escolares para el venidero período educativo, en vista de que muchos hogares, dada la declinación del ingreso, no tienen como adquirir las listas que los colegios exigen a los muchachos.
Soy de la tésis que Venezuela debe ir a un proceso de refinanciamiento de su deuda externa que ahora con la caída del precio del petróleo se torna muy onerosa. Un buen canje voluntario de deuda nos permitiría liberar recursos por US$ 10.000 millones que serían aplicados a financiar el aumento salarial del sector público y a la cancelación de parte de la deuda comercial para así restaurar el crédito externo y poder importar materias primas para que la economía crezca.
Como principio, debe devolverse un cantidad apreciable de empresas hoy estatizadas que no producen y que representan una carga para el fisco. También se sugirió la unificaión de los tipos de cambio debido al colapso de los controles, fuente infinita de corrupción. El debate es si ello se hace de una sola vez o grdaulamente, pero hay que hacerlo. Se trata de acciones inmediatas, no de un plan de gobierno, orientadas a evitar males mayores y preparar el camino para el diseño de un programa económico integral que permita bajar la inflación, restaurar el crecimiento y posibilitar una recuperación de los salarios, las pensiones y jubilaciones de esa mayoría de venezolanos hoy arruinados por una política económica fracasada.