Flanqueado por familiares, amigos y compañeros de ciclismo fue despedido en un emotivo acto el pedalista carabobeño Richard Ochoa que falleció luego de haber sido arrollado el sábado pasado en la autopista del Sur de Valencia, cuando se dirigía a un entrenamiento.
Tibisay Romero / El Nacional
Desde temprano en la mañana numerosas personas se congregaron en la funeraria Santa Rosa, en la urbanización San José de Tarbes de Valencia, y después del mediodía salió el féretro en el camión en el que Ochoa siempre prefería viajar, detrás de él, sus compañeros en sus bicicletas que lo condujeron hasta el velódromo Máximo Romero al sur de la ciudad, donde le rindieron un homenaje póstumo. Luego fue sepultado en el cementerio El Oasis de Tocuyito.
Pero su muerte trajo consigo una serie de malestares entre ciclistas y familiares. Por una parte, los deportistas consideraron que hubo responsabilidad en la Federación Venezolana de Ciclismo porque el pedalista carabobeño había sido excluido –sin notificársele- del seguro médico y de vida, por lo que hubo una extensa espera en la clínica donde fue trasladado.
También lamentan que cuando llegó a la clínica Guerra Méndez, en el centro de la ciudad, tampoco fue atendido con la rapidez que requería, por lo que consideran que hubo negligencia.
Seguir leyendo: El Nacional