El sistema de tránsito de Filadelfia suspendió el lunes la venta de boletos de tren para la próxima visita del Papa Francisco después de que fieles ansiosos por adquirir entradas colapsaron su sistema de pedidos online.
Funcionarios municipales ya advirtieron que las calles y ferrovías de Filadelfia probablemente estarán colmados, pues se espera que dos millones de personas viajen a la ciudad para una misa papal al aire libre frente al Museo de Arte de Filadelfia en septiembre.
La Autoridad de Transportes del Sudeste de Pensilvania, que opera el sistema de tránsito de la región, abrió las ventas a las 9.00 hora local (1300 GMT) del lunes para los 175.000 boletos disponibles en cada día de la visita delPapa a la ciudad, entre el 26 y 27 de septiembre, pero dijo que su sitio web colapsó rápidamente debido al acceso de cerca de 900.000 visitas en unos 10 minutos.
“La mayoría de las transacciones no fueron completadas y por lo tanto la mayoría de los boletos ferroviarios regionales válidos para un día aún están disponibles (…) para cuando las ventas se reanuden”, dijeron funcionarios en el sitio web.
El grupo no dijo cuándo continuarían las ventas.
La autoridad de tránsito planea reconfigurar los servicios para el fin de semana de la visita papal, doblando la capacidad de los trenes, pero limitando el servicio a 18 de sus más de 100 estaciones para concentrarse en transportar a personas hacia y desde los eventos papales.
El líder de la iglesia de 1.200 millones de miembros también hablará ante Naciones Unidas en Nueva York y ante el Congreso de Estados Unidos en Washington durante su visita ese mes.
Se prevé que para la misa dominical en Filadelfia el 27 de septiembre la multitud replete 2,4 kilómetros a lo largo del río Schuylkill, superando la asistencia de un evento de 1979 oficiado por el Papa Juan Pablo II y eclipsando la concurrencia de grandes eventos deportivos y en feriados, según funcionarios de la ciudad.
Más de un millón de personas repletaron una base aérea en Asunción, Paraguay, el 12 de julio para una misa al aire abierto que tuvo lugar al final de la visita del Papa Francisco a América Latina.
Reuters