“No somos guarimberos, somos tribunalicios”, dijeron a viva voz los más de 200 trabajadores del Poder Judicial ayer frente a su sede en el Milagro, antiguo banco Mara, en protesta ante el retraso en la discusión y firma del contrato colectivo, el cual está en espera desde hace ocho años, reseña La Verdad.
Los trabajadores tribunalicios aseguran haber sido pacientes, siendo esta la primera ocasión en la toman medidas de esta magnitud. Detuvieron sus actividades desde las 8.30 de la mañana para exigir una respuesta inmediata por parte de las autoridades competentes.
Amelia Araujo, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores Tribunalicios, dijo que se introdujeron en el ministerio del trabajo todos los recaudos, conjuntamente con el proyecto se consignaron y se agotaron todas las vías administrativas para el procedimiento.
Por ello hacen un llamado al ministro del trabajo, así como al director administrativo de la magistratura, el ingeniero Argenis Chávez, a atender las necesidades de los trabajadores, “que nos convoque a sentarnos en la mesa de negociación para darle a nuestros trabajadores un digno salario”.
Entre gritos y consignas comentaron que pasaron de ser los terceros mejor pagados de sector público, pertenecientes al poder “donde se imparte justicia”, a no ser reconocidos por sus méritos académicos.
“Para sobrevivir los hombres deben hacer carreritas y las mujeres vender ropa o productos”, dijo Grisbel Ríos, abogada perteneciente al poder judicial.
La juez rectora como vocera administrativa, les prometió un aumento para septiembre, y en ocasiones anteriores ha prometido el mismo aumento “pero nunca llega”, manifestó Ríos.
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