El nuevo líder de los talibanes, Ajtar Mohamad Mansur, lanzó hoy su primer mensaje para llamar a la unidad de sus filas, después de que proliferasen en los últimos días conjeturas sobre divisiones entre las diversas facciones para aceptarle como sucesor del mulá Omar, fundador del movimiento.
Al día siguiente de que la formación anunciase su nombramiento, Mansur lamentó el fallecimiento de su predecesor y aseguró que intentará seguir el camino del fundador de los talibanes, cuyo fallecimiento, en 2013, fue anunciado el miércoles por el Gobierno afgano.
En un mensaje de audio difundido por los talibanes en Kabul, el jefe de los insurgentes advirtió de que ha habido intentos fallidos de crear divisiones en el grupo y pidió a sus miembros que sean “honestos unos con otros” y se hagan “amigos” hasta que se logre un “sistema islámico”.
“Alá nos ha ordenado mantener la unidad. Si hay desunión, Alá estará insatisfecho y nuestro enemigo estará contento”, indicó Mansur en el mensaje, que fue difundido por el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
El foco de su discurso fue la unidad tras el anuncio de la muerte del mulá Omar, cuando se intensifican las comentarios sobre las diferencias entre las diversas facciones del movimiento y las diferentes posturas ante las negociaciones de paz con el Ejecutivo afgano que comenzaron el mes pasado.
Mansur se refirió en su discurso al proceso de diálogo, paralizado a petición de los talibanes tras conocerse la noticia del fallecimiento del mulá Omar, pero no dejó clara su postura al respecto.
“Continuaremos la yihad hasta que se establezca el régimen islámico”, indicó Mansur, quien añadió que el objetivo de los talibanes es “seguir el islam” y llamar a sus miembros a “practicarlo y estar preparados para hacer sacrificios”.
“No debemos perder en la fase final los logros obtenidos en los últimos 20 o 30 años”, agregó Mansur, hasta ahora jefe militar y número dos de la formación insurgente.
El Gobierno afgano anunció el miércoles el fallecimiento del mulá Omar en un hospital de Karachi (sur de Pakistán) en abril de 2013 y los talibanes lo confirmaron al día siguiente, aunque aseguraron que ocurrió en Afganistán y no proporcionaron una fecha.
Los líderes talibanes prometieron “lealtad” a Mansur como nuevo Amir-ul Momineen (Príncipe de los Creyentes) y aseguraron que lo escucharán y obedecerán.
En los últimos días se ha argumentado que algunos altos mandos abogan por el nombramiento como líder máximo de los talibanes del hijo mayor del mulá Omar, Yaqoob Omar, en lugar de Mansur.
El mulá Abdul Qayyum Zakir, exprisionero del penal estadounidense de Guantánamo (Cuba) y uno de los líderes a los que se ha señalado como opositor de Mansur, emitió anoche un comunicado para salir al paso de esas acusaciones.
“Estas afirmaciones carecen absolutamente de fundamento. Os aseguro que pondré todos mis esfuerzos en trabajar para el Emirato Islámico (como se llaman a sí mismos los talibanes) y espero de Alá ser uno de sus más obedientes súbditos”, subrayó Zakir en su nota, publicada en la página web del grupo insurgente.
Nacido hace 48 años en un pueblo de la sureña provincia de Kandahar, Mansur luchó en el conflicto afgano-soviético en los ochenta, se unió a los talibanes en la guerra civil entre diferentes grupos mujahidines y durante un año fue prisionero de una facción rival.
Entre 1996 y 2001 ocupó el cargo de ministro de Aviación en el Gobierno talibán en Afganistán y desde 2010 fue el “número dos” del mulá Omar.
El mulá Omar creó el grupo talibán en 1994, en plena guerra civil entre las distintas facciones de muyahidines que habían combatido a los ocupantes soviéticos, y gobernó Afganistán con mano de hierro entre 1996 y 2001.
En octubre de ese año, la invasión estadounidense acabó con su régimen por dar cobijo a Osama Bin Laden, líder de la red Al Qaeda, que cometió los atentados d)el 11-S, y desde entonces el mulá Omar permanecía en paradero desconocido.
EFE