Con una melena negra que lo hacía reconocible a la legua, semidomesticado, tranquilo y majestuoso, el león Cecil, abatido por una flecha a principios de julio por un cazador estadounidense, era la estrella del parque natural de Hwange, en el oeste de Zimbabue. Miami Diario
Con respecto a su nombre, existen varias teorías y algunos plantean incluso que fue nombrado en honor al colonizador del país, el magnate minero británico Cecil John Rhodes.
El felino tenía 13 años y era el preferido de los cerca de 50.000 turistas que visitan el parque Hwange cada año. Allí, en la mayor reserva de animales del país, el león había engendrado una docena de cachorros.
El felino estaba en el crepúsculo de su vida, ya que en estado salvaje los leones suelen vivir cerca de 14 años.
Cecil fue descrito como “majestuoso”, “magnífico” y “nada agresivo”, según los defensores del medioambiente y los investigadores que los observaron, que hoy hablan de él como si se refirieran a un amigo muy querido.
“Era un bello animal, majestuoso, con un hermoso pelaje negro, era uno de los animales más hermosos”, afirmó Johnny Rodrigues, presidente de la ONG Zimbabwe Conservation Taskforce.
El investigador Brent Stapelkamp de la universidad de Oxford fue la última persona en fotografiar a Cecil con vida, unos días antes de su muerte. El académico, que estudió al animal durante nueve años, lo recuerda como un león que “se desplazaba como un amo”.
“Era el león con más confianza que pueda existir, porque sabía que era el más grande”, explicó al diario británico The Telegraph.
Sin embargo, los ambientalistas reconocen que los zimbabuenses, incluyendo varios operadores de zafari, no conocían a Cecil, y que antes de su muerte, la fama del león no superaba el selecto círculo de los viajeros que pueden acceder a un viaje por Hwange.
Cecil portaba un collar GPS, instalado en el marco de un programa de investigación de la universidad de Oxford para recoger datos sobre su forma de vida y su longevidad.
La población de leones en África, estimada actualmente en un nivel de entre 30.000 y 35.000 ejemplares, ha bajado un 30% en los últimos 20 años, según la organización ambientalista WWF. En el parque de Hwange viven cerca de 500.
En Sudáfrica muy pocos leones viven en estado salvaje. Dos tercios de los 9.100 leones del país son criados en cautividad para la caza y son soltados a la naturaleza pocos días antes para que sean abatidos.