Empezó con náuseas y vómitos. Terminó con una estrategia ganadora y una propuesta de matrimonio.
Andrew Dampf/Associated Press
La victoria de Simone Ruffini en el maratón de la natación tuvo toda clase de emociones el sábado en el mundial de la disciplina.
Aunque vomitó dos veces durante la primera vuelta por el río Kazanka, el italiano finalmente trepó a lo más alto del podio bajo una leve llovizna después de la carrera de casi 25 kilómetros, y levantó un cartel con una propuesta de matrimonio para su novia y compañera de equipo Autora Ponsele.
Ella dijo que sí.
“Fue difícil, pero al final salió bien”, dijo Ruffini luego de las 10 vueltas por el río, que realizó en 4 horas, 53 minutos, 10.7 segundos.
Al final fue una competencia entre el italiano y Alex Meyer, pero el estadounidense se rezagó en la última vuelta y se quedó con la plata, a 4.4 segundos. El bronce fue para el compañero italiano de Ruffini, Matteo Furlan.
“En la segunda estación de alimentación le dije a mi entrenador que no me sentía bien”, comentó Ruffini. “Tenía náuseas y vomité dos veces. Cuando me calmé, traté de seguir con una buena rutina y tomarlo vuelta por vuelta”.
“En la última vuelta, el estadounidense y yo decidimos atacar juntos y lo mandé un metro al frente mío. Es una táctica arriesgada, estaba preocupado de que me fuese a traicionar, pero cuando faltaban 400 metros, él ya estaba exhausto”.
Cuando salió del agua, Ruffini fue abrazar a Ponsele. Luego sorprendió a su novia con una propuesta de matrimonio escrita en un papel. Cuando la cámara apuntó a Ponsele, ella respondió poniendo las manos en una forma de corazón.
“Fue una gran sorpresa”, dijo Ponsele, quien agregó que la pareja había hablado sobre matrimonio, aunque sin concretar planes.
“Tendremos la boda después de Río”, agregó la mujer, en referencia a los Juegos Olímpicos del próximo año en Brasil.