La salud es una necesidad vital y tan primordial como la alimentación. Es un derecho garantizado en nuestra Constitución Nacional.
Tener buena salud es tan indispensable que garantiza el buen desempeño en todas las actividades de la vida cotidiana, hasta la más insignificante. Por ello, es de suma importancia que los servicios de salud sean oportunos, de calidad y prestados de forma eficiente y óptima. Por ello, quienes tuvimos el honor de participar en la redacción de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, hicimos énfasis en la responsabilidad del Estado en la protección y fortalecimiento del sistema de salud pública de la Naciente República. Aspirábamos todos, los Constituyentistas y los venezolanos en general, que los servicios de salud fueran óptimos, efectivos, gratuitos y universales. Pero a la vuelta de una década las ilusiones se desvanecieron con el proyecto revolucionario y socialista del Intergaláctico y pasó a ser una más de las pesadillas que padecen mis compatriotas día a día y sin expectativas certeras de pronta solución
“Ejecutar políticas estratégicas para la promoción, prevención, vigilancia, control, regulación, rehabilitación y restitución efectiva y segura de la salud integral, garantizando el acceso oportuno a las redes de servicios, asegurando un medio ambiente saludable; impulsando la investigación, el desarrollo científico, tecnológico y humano así como la producción de insumos para la salud, con universalidad, equidad, solidaridad, honestidad, responsabilidad, y celeridad, en procura de la calidad de vida de la población venezolana, de forma articulada, corresponsable y “participativa”. Eso no es un chiste, ni tampoco una poesía. Esa es la misión que refleja la página oficial del Ministerio del Poder Popular para la Salud Venezolano.
Sin embargo, los capos que representan el narcoestado venezolano pretenden justificar su fracaso e ineptitud buscando culpables, que si los paramilitares, que si la guerra económica, que si Álvaro Uribe Vélez, que si la oposición y pare usted de contar. Son tan cínicos que las excusas ya no quedan en casa sino que tiene la desfachatez de presentarse ante organismos internacionales, después de 16 años de gobierno dando respuestas baladíes como esas que no solo no les creen sino que nos elevan a una pregunta superior ¿Qué CARAJO hace el gobierno entonces si en 16 años nada funciona por culpa de la oposición? Así el pasado 2 de junio ante el Comité sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, y como respuesta a la pregunta sobre el sistema sanitario y la escasez de medicamentos el representante venezolano empezó a distribuir culpas en lugar de respuestas y soluciones, ¡qué vergüenza!
En Venezuela hay 330 hospitales a lo largo y ancho del territorio nacional. Dichos hospitales dependientes del Ministerio de Salud, Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IPASME y las Fuerzas Armadas (todas instituciones pertenecientes al gobierno). De los 330 hospitales el 98% están totalmente colapsados y el 2 % restante funcionan en un 70% de su capacidad. Con toda esta infraestructura montada en su totalidad por la Cuarta República vemos situaciones tan incoherentes como que las mismas instituciones públicas, ministerios y Asamblea Nacional contratan los servicios médicos a Clínicas y Hospitales privados por el pésimo estado de las instalaciones públicas de salud.
Asimismo comentar el mega despilfarro que significo para nuestro país la famosa e ineficiente Misión Barrio Adentro. Un plan archimillonario para llevar la salud a las zonas populares con médicos importados de Cuba y construcción de más de 6000 módulos que a los 4 años ya son ruinas y guaridas de malandros en toda Venezuela. La mitad de los médicos desertaron y ahora dicen que los trataron mal. Montos incalculables para no mostrar ningún resultado sostenido ni en ascenso. Solo un boom electoral y más pobreza.
Uno de los tantos “logros revolucionarios”, es la dependencia, en un 98%, de insumos y equipos médicos provenientes del exterior, también el de convertir a nuestros médicos en los peores pagados de todo planeta. (Un médico interno residente gana 5.500 Bolívares que es menos de 10 dólares mensuales y un médico especialista 7.000 mil Bolívares, claro que un médico cubano gana en dólares). Aparte del mal estado de la infraestructura hospitalaria y la escasez de insumos, está el terrible flagelo de la inseguridad que no respeta ni los centros asistenciales que son agredidos por los colectivos (bandas armadas del gobierno), cosa que se respeta hasta en países en guerra. Todo lo que ha conllevado a la salida de unos 13.000 médicos venezolanos fuera del país.
La precariedad del sistema de salud ha llegado también a los centros médicos privados. Allí también vemos con más frecuencia cómo los pacientes de las clínicas tienen que buscar en el exterior las medicinas e insumos que requieren para ser tratados e intervenidos quirúrgicamente.
Por otra parte, la Federación Médica Venezolana ha venido denunciando que la formación de los Médicos comunitarios dura entre 3 y 4 años de formación académica, lo cual estiman es insuficiente para una preparación adecuada de un profesional que trabaja con la vida de seres humanos, comparado con la formación de un médico en las universidades tradicionales venezolanas toma entre 6 y 7 años de estudios. Pero el Narcogobierno en su mediocridad y su evidente desinterés por el pueblo, solo ve la inmediatez y busca soluciones con resultados rápidos al costo que sea.
Tan deprimente es nuestra realidad, que ayer sucedió un hecho que tiene conmocionado todo el oeste del estado Monagas, en el municipio Cedeño y en vísperas de las Fiestas de nuestro patrono Santo Domingo de Guzmán, se dio la situación del asesinato de una hija de Caicara, educadora y madre de 3 hijos quien fue de vacaciones a visitar a la familia. Luego de que le dispararon a mansalva en pleno centro del pueblo, cuando la llevaron a dar los primeros auxilios, como es ya normal, no había ni una jeringa en el Hospital y mucho menos una Ambulancia que la trasladara hasta un centro de mayor capacidad. Lo irónico y triste es que en ese municipio nació el General Hugo Carvajal Barrios, narcosocio del Cartel de los Soles. No da un centavo para reparar una ambulancia pero si tiene muchos narcodolares para comprar fincas, construir bunkers y para rotular 200 camionetas con su publicidad como candidato a la Asamblea Nacional. Miseria para la gente, lujos para ellos. ¡Socialismo puro!
Con nostalgia recuerdo que a mi amado Estado Monagas, le dejé un hermoso proyecto con visión humanista y de progreso, “la Ciudad Hospitalaria de Maturín” con maqueta y movimiento de tierra listo. Ubicado al comienzo de la autopista “Vinotinto” construida también por mi administración. Dicho proyecto único en el país consiste en el desarrollo por etapas de un complejo asistencial de primera categoría con alcance regional, consta de 15 edificaciones de máximo 4 pisos (cumpliendo los requerimientos y condiciones indicados en la aprobación que nos fue otorgada por el Ministerio de Salud). Dichas edificaciones incluyen 10 especialidades más edificios de Diagnóstico, Residencia para familiares, Helipuerto, Área deportiva para Médicos, personal administrativo, pacientes con larga estadía y una red vial interna que lo conecta de forma expresa con la salida hacia el estado Bolívar y el Delta Amacuro (vía al Sur) y con el Norte y Oeste ( Sucre y Anzoátegui. Iniciaríamos con el módulo de Materno Infantil pues fue lo señalado en estudio hecho de prioridades en la Región. Además reconstruimos totalmente 3 grandes hospitales del Municipio Maturín: el Hospital de la Cruz de la Paloma, el Hospital José María Vargas en los Guaritos y el Hospital Serrés de las Cocuizas (éste último culminado en un 85%). En el interior del estado dejamos en un 65% de avance la construcción del Hospital del Municipio Aguasay y también dejamos encaminados 2 grandes proyectos hospitalarios uno en el oeste, Punta de Mata, Municipio Ezequiel Zamora y el otro en el sur de estado, ubicado en Temblador. En Aragua de Maturín, El Respiro, Clínica en El Rincón de Acosta, Río Chiquito y numerosos centros menores de población se rehabilitaron integralmente aproximadamente unos 30 centros entre ambulatorios, dispensarios y anexos de servicios en todo el estado.
Avanzamos en la descentralización fortaleciendo los centros asistenciales en las capitales de los municipios, a fin de que pudieran atender el mayor número de necesidades y evitar el congestionamiento del Hospital Central de Maturín “Manuel Núñez Tovar” donde tradicionalmente trasladan a los pacientes del interior de Monagas y del Delta Amacuro.
El rancho que tiene en la cabeza la actual Gobernadora no le da para mucho y abandonó todos esos proyectos por ser de la gestión anterior, convirtiendo al Manuel Núñez Tovar en uno de los peores hospitales que hay en el país por su colapso generalizado. Además pretende agarrar las 50 hectáreas de la ciudad hospitalaria para la Misión Vivienda, pareciera que la salud no le importa tanto como los votos y tampoco le importa que se pierda la inversión que ya se hizo en movimientos de tierra, porque en definitiva, esos reales no salieron de su bolsillo.
Desgraciadamente, en mi patria la revolución “humanista y solidaria” ha convertido la salud, en un gran lujo y una auténtica bendición de Dios. Por eso, para poner fin a tanta vejación y miseria seguiré aquí dando la pelea con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA.