La Grita vive una recarga de fe y devoción con la llegada de cientos de peregrinos a los pies del Santo Cristo. Hombres y mujeres, de todas las edades, aprovecharon el fin de semana previo a la fiesta del jueves 6 para agradecer milagros y pedir favores al patrono del Táchira.
El pasado viernes en la noche, de la iglesia de Santa Teresa salieron aproximadamente 2.000 caminantes, más otros 200 colaboradores de logística, calculó Rubén Pérez, de la Asociación de Apoyo al Peregrino. Se cuentan un grupo de devotos provenientes del noroeste de Colombia y varias delegaciones de Socopó, Capitanejo, San Fernando de Apure, Valencia, Maracay y Caracas. “Estimamos que 70 % de la gente que se inscribió en la peregrinación es de fuera del Táchira”, dijo el organizador.
Si bien esta es la agrupación más numerosa, ya hay decenas de pequeños grupos organizados con el mismo propósito. También están los que caminan individualmente.
Desde La Grita, donde cumple una intensa visita pastoral, monseñor Mario Moronta, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, explicó a Diario La Nación que la palabra peregrino no es solamente de ahora, sino que viene de muchos siglos atrás. “Tipifica la actitud de camino y de crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad de todo creyente”.
Existen muchas formas de peregrinar, que diferenció Moronta. Si bien la mayoría está llegando a La Grita a pie, otros lo hacen en carro, en bicicleta o moto. Incluso están los que, sin poder movilizarse, peregrinan al lado de la televisión o la radio, o los que colaborando en la logística (Protección Civil, bomberos, policías, médicos) también peregrinan.
“Peregrinar, entonces, no es solo un acto, sino una actitud”, concluyó el obispo, al recordar que el año pasado cuantificaron cerca de 200.000 peregrinos. Este año le han informado que, desde el 31 de julio al 9 de agosto, en La Grita esperan a unos 300.000 devotos.
Diario La Nación