Exministro brasileño, José Dirceu orquestó la corrupción desde los tiempos de Lula

Exministro brasileño, José Dirceu orquestó la corrupción desde los tiempos de Lula

Foto:  Exministro brasileño José Dirceu / EFE
Foto: Exministro brasileño José Dirceu / EFE

El exministro brasileño José Dirceu, detenido hoy por las corruptelas en Petrobras pese a que aún cumple condena por escándalos destapados en 2005, orquestaba la corrupción ya desde el primer Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy la Fiscalía, reseña EFE.

“La red (de corrupción) en Petrobras se constituyó en el primer mandato de Lula y repitió de alguna manera el esquema de sobornos” parlamentarios descubierto en 2005, durante el primer período del expresidente (2003-2007), y que llevó a prisión a 25 políticos y empresarios, entre ellos el propio Dirceu, dijo el fiscal Carlos Fernando Santos Lima.

Dirceu, de 69 años, fue condenado a once años y diez meses de cárcel por los escándalos de 2005 y hoy fue detenido en su casa, donde estaba en régimen de arresto domiciliario, pero ahora por su presunta responsabilidad en la corrupción en la estatal Petrobras.





“Seguía recibiendo comisiones aún preso”, declaró Santos Lima al justificar la decisión de suspender el arresto domiciliario del que Dirceu disfrutaba desde fines del año pasado y recluirle otra vez en prisión.

Según la Fiscalía, Dirceu y algunos de sus allegados recibían de la red de corrupción en Petrobras unos 200.000 reales (alrededor de 58.480 dólares) por mes, aunque aún no se ha determinado cuánto de ese dinero era directamente para el exministro.

“No tenemos dudas de que Dirceu recibía ese dinero de diversas formas, de que ese dinero tenía origen en la red de corrupción de Petrobras, y de que se benefició personalmente de todo eso”, apuntó Santos Lima.

Según el fiscal, parte de ese dinero le era entregado a Dirceu través de la firma de consultoría jurídica JD, de su propiedad, que era “contratada” para operaciones “de fachada” por algunas empresas privadas implicadas en el caso Petrobras.

La Policía sostiene que esas empresas obtenían con la petrolera contratos amañados, inflaban sus valores y repartían las diferencias con exdirectores de Petrobras y políticos que amparaban esas maniobras.

La propia Petrobras ha calculado que, entre 2004 y 2014, esa red se apropió ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares, y así lo ha reflejado en los balances presentados a sus accionistas.

Dirceu fue hasta hace unos pocos años uno de los más importantes líderes del Partido de los Trabajadores (PT), al que también pertenece la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y durante décadas fue el más fiel escudero de Lula, quien al llegar al poder en 2003 lo nombró ministro de la Presidencia.

Desde ese estratégico cargo, Dirceu controló todos los resortes del poder durante dos años, hasta que se vio obligado a renunciar por el escándalo de sobornos parlamentarios que lo llevó a prisión.

Según determinó la Corte Suprema en un sonado juicio que concluyó en 2013, Dirceu fue el articulador de una red de corrupción que operó durante el primer mandato de Lula, quien pese a ese escándalo fue reelegido para otro período de cuatro años en las elecciones de 2006.

Esa red de corrupción permitió recaudar dinero público en forma ilegal y sobornar a dirigentes de otros partidos políticos, que se unieron a la base oficialista en el Congreso y le dieron al Gobierno de Lula la mayoría parlamentaria que no había obtenido en las urnas.

A pesar de su proximidad con muchos de los condenados por ese asunto, Lula no fue procesado, pues el Supremo no halló pruebas documentales sobre su supuesta participación en los hechos, pese a que fue denunciada por algunos de los implicados.

Preguntado hoy sobre la posibilidad de que la investigación por el caso Petrobras se extienda a Lula tras la detención de Dirceu, el fiscal Santos Lima se limitó a decir que “en un régimen republicano ninguna persona está exenta de ser investigada”.

El fiscal solamente agregó que “hay una serie de investigaciones en marcha”, pero indicó que “todas están bajo secreto judicial”. EFE