Manuel Corao: Lo que me venga en gana

Manuel Corao: Lo que me venga en gana

thumbnailmanuelcoraoJun2015Nicolás Maduro Moros, presidente de Venezuela, se dirigió a los Estados Unidos de América para indicarle al mundo que en la nación suramericana se hace lo que se le antoje. Qué torpeza mostrar desprecio por la democracia que le encumbró y enseñar su tiránico ejercicio.

Maduro descalifica públicamente a la Organización de Estados Americanos suponiendo una rivalidad, existente solo en su mente, entre esta institución y las Naciones Unidas.

Fundamenta su distanciamiento con la OEA en la acogida que brindara el recién electo secretario general Luis Almagro al ex candidato y gobernador del estado central de Miranda, Henrique Capriles Radonski, en la oportunidad que este visitara la sede del organismo multilateral.





Capriles en su momento se declaró ganador en los comicios que el poder electoral otorgó a Maduro en medio de un escándalo.

En una inusitada manifestación, Elías Jaua, ex canciller, califica a Almagro de traidor. Hugo Chávez Frías en vida y Nicolás Maduro ahora acostumbrados a la política de José Miguel Insulza de “dejar hacer y dejar pasar” a las izquierdas en el continente rechazan no seguir lineamientos de su conveniencia.

Capriles tramita en la sede una comisión para que vele por las venideras elecciones parlamentarias.

El dirigente de origen uruguayo, demócrata de izquierda moderada, está en la disyuntiva: demostrar que este centro colegiado se mantiene en vigilia por el respeto a los derechos del vecindario o ser ficha de codiciosos. Ojalá en su ánimo esté presente el futuro de los hijos.

La reunión continental, producto de varias decisiones distanciadas del soberano contraviniendo el pluralismo ideológico, se ganó la deshonrosa fama de “club de los gobiernos y cárcel de los pueblos”.

Al no aceptar Almagro la voluntad del inquilino de Miraflores, el venezolano envía una clara señal: aislar al rioplatense hasta que ceda a sus designios o presionar para su renuncia.

La OEA es de la libertad, como también el remanso de los desposeídos por regímenes arbitrarios. Los valores universales del hombre y su defensa conforman el espíritu de su legajo constitucional.

Ustedes bien podrían interpretar que estamos ante un ser poseedor de un poder inmenso, mas no es así.

Observamos a un político ausente de apoyo parroquiano, habitantes que en un tiempo le metieron el hombro a su antecesor y de quien este heredó el favoritismo sustentado en la luna de miel decadente de Hugo Chávez .

Maduro Moros, sin liderazgo propio, se enfrenta hoy a una severa crisis de gobernabilidad. Si ello no fuera poco, su moneda, el bolívar fuerte, según analiza el prestigioso Financial Times, está en caída libre.

Conforme Alfredo Keller y asociados, Maduro ha ido perdiendo sustento en la población civil, siendo rechazado el gobierno en cifras superiores a los dos tercios.

Hoy por hoy la consultora VD Barómetro, reporta La Voz de América, indica que los votantes tienen como primera opción para el seis de diciembre la oposición, otros los grupos independientes y unos disminuidos seguidores el Partido Socialista Unido de Venezuela, entelequia oficialista.

Esto presagia una tropelía por parte de los comunistas al mando, lo cual con unos rectores para la electiva plegados en su casi totalidad podríamos ver repetirse la historia engañosa de la pasada cita por el sillón imperioso.

Expresa el médico y antropólogo José Luis Uzcátegui al referirse a fantasías de inacción electoral: “Una de las metas más codiciadas es hacer creer a los venezolanos que son pocas las posibilidades para salir del caos y ganar abrumadoramente las elecciones del seis de diciembre de 2015 (6-D) y que el gobierno tiene un poder omnímodo”.

Niega el autor que los predios de la autoridad estén logrando tal meta al significar la existencia de un despertar.

Para ello expone escenarios tales como: 16 protestas diarias en el 2015, el hombre de a pie lanzado en las vías buscando trabajo y comida, 80 por ciento de los venezolanos quieren salir del régimen, y demostrada imposibilidad de ser sometido por la autoridad.

Según el autor asevera en texto que reflejo parcialmente el contenido, solo faltan líderes confiables.
Percibo que tales ansiados conductores están en las personas de Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio

Ledezma y los otros confinados en mazmorras del estado. Roguemos a Dios por ellos y la salida en paz del combo Nicolás Maduro-Diosdado Cabello