La Organización Mundial de la Salud (OMS) los define como:
Los monosacáridos y los disacáridos añadidos a los alimentos por los fabricantes, los cocineros o los consumidores, así como los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los jugos de fruta y los concentrados de jugo de fruta.
¿Para qué se usan estos azúcares añadidos?
Para endulzar alimentos y bebidas.
Para conservar alimentos.
Para conseguir una mayor o menor textura, viscosidad…
¿En qué se diferencian los azúcares añadidos de los naturalmente presentes en los alimentos?
Los azúcares añadidos son calorías vacías. El blog sobre salud y nutrición Natursan define las calorías vacías como:
“Aquellas que aportan a nuestro organismo una cantidad diversa de calorías, pero ningún tipo de nutrientes o beneficios para nuestra salud”.
Por el contrario, los azúcares presentes de forma natural en los alimentos, por ejemplo, en las frutas y verduras frescas, vienen acompañados del resto de nutrientes que posee el alimento, tales como agua, fibra y otros macronutrientes.
Es decir, además del contenido calórico, estos productos nos aportan una cantidad considerable de sustancias beneficiosas para nuestra salud.
¿Cuál es la cantidad diaria recomendada de azúcar?
Un español medio ingiere un total de azúcar de 111,2 gramos al día, lo que representa el 18,2 % del aporte calórico total, según el estudio reciente ENRICA (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular).
¿Qué recomienda la OMS?
El consumo de azúcares no debe superar el 10% de la ingesta calórica total diaria, lo que equivale a 50 g de azúcar o 12 cucharadas de café al día .
Observamos, entonces, que:
El consumo diario de azúcar de la población española, así como el de la europea (100 g/día), es casi dos veces superior a la cantidad diaria recomendada por la OMS.
Por otro lado, la OMS insiste también que reducir el consumo diario de azúcar a 25 g, o 6 cucharadas de café, proporciona beneficios adicionales.
¿Sabías que una sola lata de refresco con azúcar añadido contiene hasta 40 gramos de azúcar?
En otras palabras:
Al tomar un refresco de cola, por ejemplo, ya casi hemos llegado al límite de la cantidad de azúcar segura que deberíamos consumir diariamente para no perjudicar nuestra salud.
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