La mitad de la flota de transporte urbano de Sidor está paralizado desde este lunes por falta de cauchos y repuestos, publica Correo del Caroní.
Apenas con 10 meses de haberse incorporado, las unidades Yutong y parte del convenio con China han quedado desarticuladas porque la estatal – que ha intentado reemplazar el servicio privado – no ha conseguido los repuestos y la atención necesaria para mantener el servicio.
Las precarias condiciones de los buses ha motivado la protesta del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss) que, este lunes, exigió una pronta respuesta a la directiva de Sidor.
El secretario de trabajo y reclamo y dirigente del Frente Independiente Laboral (FIL), Leonardo Azócar, cuestionó que la directiva no haya tomado las previsiones para el mantenimiento diario de estas unidades.
De los 50 buses que fueron incorporados como una solución, dijo, hoy al menos 30 están completamente parados, cuatro de ellos han sido utilizados como proveedores de repuestos.
La contingencia ha parado al menos 46 rutas de transporte y, en consecuencia, un aproximado de 1500 sidoristas ha dejado de ir a planta por las fallas en el servicio.
De hecho, un incidente con el bus número 18 levantó las alarmas. Además de cauchos lisos, se coleó y pegó contra una acera. “Es irresponsable que estos buses estén circulando así, con los cauchos con los alambres por fuera, y el gran culpable de todo esto es la comisión de transporte del sindicato Sutiss”.
Según Azócar, la intención es volver al alquiler de transporte privado “para ganarse sus comisiones, sin ver lo que le puede traer eso a los trabajadores”.
El delegado Fernando Pirela contó que los choferes han relatado que de los 19 buses activos, a veces en la noche van prendiendo chispa por el alambre que sale de los cauchos.
La misma historia
La dirigencia recordó que la historia de TranSidor se repite, la cooperativa que creó la estatal para “empoderar” a los choferes de Sidor que reclamaban ser parte de la nómina fija de la empresa.
Cruz Martínez, uno de los antiguos tercerizados, defendió que han decidido pararse no para “sabotear” sino porque les preocupa la contingencia y la precaria situación de los buses.
“Lo que no queremos es que digan que los choferes acabaron con los carros. Más bien nosotros los estamos cuidándolos lo mejor que podamos porque nos interesa el trabajo. De allí nosotros comemos y come la familia de nosotros y ese es el sitio de trabajo de uno”, dijo.
Otro de los conductores alertó que “trabajando en estas condiciones inseguras lo que tenemos es el riesgo de que haya una colisión más fuerte, que nos lesionemos o a un tercero, y si Dios no lo quiere podemos salir hasta presos”, dijo uno de los conductores.
Insistieron en que la directiva de Sidor, que tiene la empresa en un 85 por ciento paralizada, debe comprar los cauchos y las pastillas.
Por las mismas fallas se ha incrementado el ausentismo laboral en Venalum, Bauxilum y Alcasa, cuyas unidades padecen las mismas dificultades.