Las autoridades de justicia de la capital mexicana revelaron el martes el video de una cámara de vigilancia que muestra a tres hombres caminando tranquilamente después de que presuntamente asesinaran a una activista social, a tres mujeres más, y a un fotoperiodista que se había exiliado de un estado vecino y refugiado en ciudad de México.
En el video, grabado a las 3:02 pm del viernes se ve a un hombre alejándose con una maleta de ruedas de la vivienda en la que aparecieron los cinco cuerpos, a otro que entra en un Ford Mustang rojo y a un tercer sospechoso que cruza la calle cinco minutos después.
“Podemos observar la salida de lo que nosotros señalamos como tres probables responsables de estos hechos”, dijo el Procurador de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, en un encuentro con periodistas.
El conductor del Mustang hasta se tomó su tiempo para maniobrar el carro fuera del lugar de estacionamiento. Ninguno se comportaba como si acabaran de atar, torturar y asesinar a cinco personas.
Pero Ríos Garza los señala como los principales sospechosos en el asesinato de periodista gráfico Rubén Espinosa, la activista social, Nadia Vera, y las otras tres mujeres, incluyendo a la empleada doméstica del apartamento, donde aparecieron sus cuerpos el sábado.
Los cadáveres estaban atados y tenían disparos en la cabeza. El cuerpo de Espinosa tenía señales de tortura, y algunas de las mujeres fue objeto de abusos sexuales, según funcionarios judiciales.
En junio, Espinosa había salido huyendo del estado de Veracruz después de denunciar acoso y seguimientos por parte de extraños que lo esperaban fuera de su casa.
A pesar de que había llegado buscando refugio a ciudad de México, no se sentía seguro en la capital y le dijo a sus amigos que unos desconocidos se le acercaron en dos ocasiones diferentes preguntando si él era el fotógrafo que había salido de Veracruz.
Ríos dijo que los asesinatos se cometieron en algún momento antes de 3.02 pm pero no en qué momento los sospechosos llegaron al apartamento. Según testigos entrevistados por The Associated Press, los asesinos habrían tenido menos de media hora para torturar y disparar a las cinco personas, saquear el apartamento y empacar una maleta con los artículos robados.
Lo último que se supo de Espinosa fue un mensaje vía WhatsApp que llegó al celular de un amigo suyo, también fotógrafo, a las 2:13 pm de ese día. En él decía que se iba del apartamento porque tenía que ir a trabajar.
En los mensajes que Espinosa y el fotógrafo intercambiaron esa tarde entre las 1:58 pm y 2:13 pm, la víctima dice que salió con su amiga, Nadia Vera, y un amigo, que llegaron a casa de la mujer y que aunque sólo querían comer, se quedaron despiertos hasta las seis de la mañana del día siguiente.
La relación de amistad entre Espinosa, que temía por su integridad y se sentía constantemente vigilado, y su colega fotógrafo, implicaba que éste conocía el paradero de Espinosa como parte de un protocolo de seguridad que ambos periodistas acordaron seguir.
Las autoridades no han interrogado a este fotógrafo, la última persona que habló con Espinosa y que le monitoreaba.
Además, un hombre que vive en un edificio vecino y no quiere revelar su identidad por temor a represalias dijo a The Associated Press que “a las 2:30 una de las jóvenes, la colombiana, bajó a hablar con un hombre negro, alto, con rastas. Hablaron por teléfono. Sacaron algo de la cajuela. Subieron”.
“A las 3:30 el Mustang ya no estaba”, añadió el vecino. El Mustang fue encontrado abandonado al sur de la ciudad de México el lunes.
Ríos dijo que están tratando de conseguir el registro del propietario pero cree que el automóvil había sido utilizado por una de las víctimas.
Entre las víctimas había una mujer de 19 años, oriunda de Mexicali, que estaba estudiando maquillaje, y una mujer de 29 años, que se cree que es de nacionalidad colombiana y amiga de los hombres que aparecen en el video, de acuerdo con el vecino.
Todos fueron encontrados muertos alrededor de las 9 pm por otro compañera que vivía en el apartamento y había salido esa mañana a trabajar.
Vera, activista de diversos movimientos sociales criticaba ferozmente la gestión del gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa. Ella y Espinosa se conocieron en Veracruz.
Vera responsabilizaba al gobernador y su gabinete de cualquier cosa que le ocurriera. “Responsabilizamos totalmente a Javier Duarte y a todo su gabinete sobre cualquier cosa que nos pueda suceder a quienes estamos involucrados en este tipo de movimientos”, dijo Vera en un reportaje para Rompeviento TV el pasado noviembre. “Nuestra seguridad es responsabilidad del estado porque es el estado quien nos reprime”.
Cuando se le preguntó al fiscal Ríos si Duarte de Ochoa sería llamado a dar una declaración, dijo que ha estado en contacto con él y su fiscal general.
Los funcionarios judiciales parecían estar centrándose en la hipótesis del robo y de que la mujer, de presunto origen colombiano, era el objetivo del crimen. Pero también dijeron el martes que no están descartando ninguna línea de investigación.
Según el fiscal Ríos, Espinosa, Vera y otro amigo llegaron al apartamento de Vera la madrugada del sábado a las 2 am. Se quedaron el resto de la noche y se fueron a dormir a las 6 am.
“Están ahí durante toda la madrugada”, dijo.
El relato de este fiscal se basa en el testimonio del amigo cuya identidad no ha sido hecha pública, que dice que él y Espinosa se van de la vivienda durante la noche sin especificarse la hora.
Posteriormente Espinosa regresó pero Ríos no especificó en qué momento regresó.
Hacia las nueve de la mañana llegó a la vivienda la empleada doméstica de las jóvenes y alrededor de las tres de la tarde es cuando los tres sospechosos abandonan el domicilio.
“Esto quiere decir, y estamos en espera de los cronos de las muertes, que es en ese lapso cuando suceden los hechos”, dijo Ríos Garza que también declaró que “todas y cada una de las líneas de investigación se encuentran abiertas”, en referencia a la hipótesis de que Espinosa, Vera y las otras tres mujeres fueron asesinadas por motivos el desempeño del periodismo y el activismo político.
Espinosa se había auto exiliado del estado de Veracruz en junio debido a amenazas que él achacaba al entorno del gobernador Duarte. Vera también había manifestado duras opiniones contra el desempeño del gobernador.
Veracruz es un lugar peligroso para el ejercicio del periodismo. Desde que en 2010 Duarte asumiera el cargo, han sido asesinados 11 periodistas. Otros dos, entre los que se incluye Espinosa, han muerto fuera del estado. Tres más están desaparecidos.
Las autoridades mexicanas suelen descartar el ejercicio del periodismo o del activismo político como móvil de los crímenes que afectan a periodistas y luchadores sociales. En este caso, aunque Ríos Garza ha dicho que no se ha descartado ninguna de las líneas de investigación, ya se apunta a la teoría del robo. AP