La sequía que afecta al sur de España, primer productor mundial de aceite de oliva, ha obligado a este país a importar ese producto, informó este lunes un responsable del sector.AFP
“El calor que hizo durante el mes de abril y mayo se llevó mucha floración. Eso hace que haya una pérdida de entrada de cosecha”, declaró Enrique Delgado, secretario de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceites de Oliva.
Para poner remedio a esta reducción de producción, España ha recurrido a las importaciones, principalmente de Túnez, que luego vuelve a exportar fuera de la Unión Europea hacia países emergentes para mantener su cuota de mercado. España suministra el 45% de la demanda mundial, lo que la convierte en el líder del mercado por delante de Italia.
El calor que sigue afectando al sur de España hace que no haya buenas perspectivas: “Las aceitunas son más pequeñas y producen menos aceite”, reconoce este responsable, que prevé una cosecha de entre 1,1 y 1,2 millones de toneladas, es decir, en torno a un tercio de lo cosechado el año pasado.
Pero, “podemos irnos à 850.000 (toneladas) si no llueve pronto”, reconoció Delgado, que descarta cualquier relación con la bacteria “Xylella fastidiosa” que afecta a Italia. “En España todavía no tenemos ningún brote”, aseguró.
Las importaciones podrían triplicarse este año hasta alcanzar las 170.000 toneladas, admite Delgado, que prevé que esta medida también tiene sus límites, ya que los otros países productores de la cuenca del Mediterráneo “tienen los mismos problemas de cosecha”.
La escasa cosecha en España y los problemas en Italia con la “Xylella fastidiosa” tienen una repercusión en el precio del aceite de oliva, que ha pasado de 2,90 euros el litro en enero a cerca de 4 euros en julio, según las cifras comunicadas por Delgado.
Se trata de “una subida muy progresiva. No ha sido una subida de golpe que asusta siempre al consumidor”, dice Delgado. No obstante, está convencido de que actualmente hay suficiente aceite de oliva para satisfacer la demanda mundial.