En lo que va de 2015, los pilotos estadounidenses han reportado más del doble de drones en el aire que todo el año pasado, según la Administración Federal de Aviación, lo que plantea preocupaciones por las posibilidades de una colisión fatal.
Joan Lowy/Associated Press
Este año los pilotos han presentado más de 650 reportes de la presencia de objetos voladores cerca de sus aviones, agregó en una declaración la agencia conocida por sus siglas en inglés FAA. En todo 2014 se reportaron 238 drones.
Los informes provienen de pilotos de toda clase de aviones, incluso de muchas grandes aerolíneas comerciales. La preocupación es que si un dron penetra en un motor podría afectarlo tal como ocurre a veces con bandadas de pájaros succionadas por los motores. Asimismo, una colisión a gran velocidad podría dañar la superficie de un avión y modificar el flujo de aire, dificultando maniobrarlo.
En junio de 2014 se avistaron 16 drones y 36 el mes siguiente. Este mes se presentaron 138 informes de pilotos que volaban hasta a 3.000 metros (10.000 pies) de altura en junio y 137 en julio.
Esta semana, los tripulantes de cuatro vuelos comerciales divisaron un dron cuando se aprestaban a aterrizar en el aeropuerto internacional Liberty de Newark en Nueva Jersey. Ninguno de los cuatro requirió hacer maniobras evasivas. Los aviones volaban a alturas de 620 a 930 metros (2.000 a 3.000 pies) y a distancias de 13 a 21 kilómetros (8 a 13 millas) del aeropuerto.
La FAA restringe generalmente los vuelos de los drones a menos de 120 metros (400 pies) de altura y por lo menos a 4,8 kilómetros (3 millas) de un aeropuerto.
Volar un dron cerca de un avión puede resultar en cargos penales y multas de hasta 25.000 dólares, según la FAA.
Supuestos drones interfirieron con aviones de bomberos que combatían por lo menos 13 incendios este año, según el Servicio Forestal Nacional. Los departamentos de bomberos han advertido a los propietarios de los drones y los legisladores buscan penas más severas por interferir.
La FAA dijo que colabora estrechamente con las agencias de administración de justicia para identificar e investigar operaciones no autorizadas con drones. La agencia ha impuesto penalidades en varios casos.