La Habana se queda sin vallas antiimperialistas (Fotos)

La única alusión que queda a la vieja rivalidad es esta valla contra el embargo de Estados Unidos hacia Cuba, frente a la cual los periodistas oficiales hacen algunos reportajes y los turistas se fotografían

Si antes se recordaba a Ignacio de Loyola con la frase “en una plaza sitiada la disidencia es traición”, ahora se hacen llamados a la unidad sin mencionar al enemigo externo ni señalar hacia el Norte

Ni siquiera se apela ya al carácter antiimperialista de Ernesto Guevara ni se reproduce en los espacios públicos su célebre frase “No se puede confiar en el imperio pero ni tantico así”

Varias generaciones de cubanos miran con extrañeza y alivio la publicidad sobre la fundación de las primeras villas cubanas en los lugares donde una vez se erigía amenazante el rostro de George W. Bush con un bigote a lo Hitler

John Kerry llegará a la capital cubana y en los recorridos que hará dentro de la ciudad no encontrará uno solo de aquellos mensajes que advertían antaño “Señores imperialistas, no les tenemos absolutamente ningún miedo”.

Las frases de José Martí se sacan de contexto para validar el proceso político que desde hace casi seis décadas vive Cuba, pero incluso de las vallas con ideas del Apóstol quedan pocas en La Habana, y ninguna reproduce el conocido “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”

“El Enemigo” parece no estar allá afuera, sino dentro, en el paquete de audiovisuales que circula de mano en mano, en las memorias USB donde la gente disfruta de materiales que la televisión oficial jamás transmitiría y una cultura en paralelo a las instituciones estatales, algo que tiene preocupados a más de un ideólogo revolucionario

Fidel Castro sigue como una presencia ausente, aunque la elección de las frases del expresidente que hoy se exhiben en la vía pública privilegia las de corte cultural o histórico y deja a un lado sus obsesivas arengas contra Washington

A falta de un “lobo feroz” que sirva al discurso oficial para convencer a los cubanos de apoyar el sistema, se apela a recordarles que el deporte, la salud, la educación y hasta la vida misma se la deben a la Revolución

Desde el 17 de diciembre los carteles donde se anunciaba “Los cinco héroes volverán” se han sustituido por estas fotos de los espías ya regresados, a los que se les puede ver también de gira por cada provincia, protagonizando actos políticos y acudiendo a estadios de béisbol

Sin las águilas de pico agresivo, los milicianos que le enseñan el dedo del medio al ‘Tío Sam’ y los rostros caricaturizados de los presidentes estadounidenses, a los diseños gubernamentales apenas les ha quedado la grafía, roja, en mayúsculas y entre signos de exclamación

Aunque ya la Casa Blanca no aparece en los anuncios como el blanco de las agresiones hacia Cuba, el oficialismo amenaza con una pérdida de la independencia de la Isla en caso de que caiga el actual sistema

El águila como símbolo del “imperialismo yanqui” también protagonizaba mucha de aquella propaganda, ahora sustituida por flores, niños sonrientes y un llamado a preservar la educación formal

El nacionalismo ha tomado el espacio del antiimperialismo y las loas al sistema socialista rellenan los muros, mientras que se hacen llamados a la productividad, la disciplina y un mayor esfuerzo

En la era de Raúl Castro la propaganda oficial ha insistido en que a través del sacrificio, el trabajo y proyectos como la Zona Especial de Desarrollo Mariel se logrará “un socialismo próspero y sostenible”

La Habana era una mezcla de edificios a punto de derrumbarse, basureros y vallas antiimperialistas. Aunque el fondo habitacional y la situación higiénica no han mejorado, el ‘Tío Sam’ ya no es el centro de los ataques en los grandes carteles en tantas esquinas

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