La bancarización en el sector rural, donde el obrero que ordeña vacas no sabe de tarjeta de débito, solo del billete; está paralizada. En las unidades agropecuarias la forma de pago es en efectivo. Con la medida de topes de retiros de entidades bancarias las fincas se las ingenian para no retardar los desembolsos de salarios y sueldos, publica La Verdad.
Gustavo Romero, productor de Perijá, señala que desde hace un mes tiene inconvenientes para cancelar las remuneraciones a sus trabajadores. “La nómina (semanal) es de 70 mil bolívares y en el banco solo nos dejan sacar 40 mil (por cheque)”.
Explica que debe hacer “varios cheques a terceros para completar los salarios a pagar”. Moviliza a otras personas para lograr el monto total porque “al obrero, que muchas veces no sabe leer y no puede llegar al banco, hay que pagarle como sea, él no sabe de las restricciones en los bancos”.
Luego de perder tiempo y hacer cola, obtener el dinero es otra contrariedad. La entrega se registra en billetes en baja denominación. “El pago es como quiere el banco, en billetes de dos y cinco bolívares. Y así hay que pagarle al trabajador”.