Habitantes de San Antonio buscaban este lunes, de manera desesperada. cualquier producto en establecimientos comerciales de esta localidad, que comenzaron a abrir sus puertas. luego de cuatro días con la “santamaría” abajo, tras la incertidumbre que ha generado el estado de excepción y el cierre de fronteras decretados por el Gobierno venezolano, publica La Nación.
En el casco comercial de San Antonio se observaron establecimientos abiertos al público, aunque con pocos compradores, excepto los supermercados y abastos que venden productos regulados, donde se apreciaron largas filas de personas, “esperando a ver qué había para comprar”. La gente hizo cola desde tempranas horas de la mañana a las puertas de dichos establecimientos, con la esperanza de encontrar principalmente alimentos y artículos de limpieza.
“Estamos haciendo la cola, pero alimentos no hay; todo el mundo anda desesperado, no sabemos ni por qué estamos haciendo cola aquí” , dijo una mujer de nombre Nancy Chaustre, quien hacía cola en uno de los principales supermercados de la localidad que vende a precio regulado. “Está cerrada la frontera, pero no tenemos alimentos”, acotó.
En varios abastos y supermercados que venden productos de la cesta básica había largas filas de compradores, ansiosos de comprar comida. “Pedimos que manden alimentos para la frontera, porque lo poco que hay aquí ya se acabó”, expresó otro comprador.
En comercios de otros ramos, como ventas de repuestos, autopartes, ventas de prendas de vestir, artículos de cuero, electrodomésticos, quincallerías, incluso farmacias, no obstante, la concurrencia de clientes era baja. Muchos locales se mantenían abiertos, a diferencia de los días jueves, viernes y sábado de la semana pasada, cuando prácticamente todo estaba cerrado.
Los más desolados tal vez son los comercios de la avenida Venezuela, que conduce hacia el puente internacional Simón Bolívar, donde los militares y policiales que mantienen tomada la zona solo permiten el tránsito de peatones, no el estacionamiento de vehículos.
Algunos propietarios o administradores manifestaron que decidieron abrir las puertas este lunes, así no vendieran nada, porque aseguran que teniendo la frontera cerrada es baja la clientela. Igualmente señalaron que subieron la “santamaría” porque a primeras horas de la mañana había funcionarios del Seniat fiscalizando el comercio de la zona.
La presidenta de la Cámara de Comercio de la localidad, Isabel Castillo, estimó que del ramo comercial, abrió las puertas el 30 por ciento de los establecimientos. Refirió que hay propietarios o empleados que viven en el vecino país y debido al cierre de la frontera, no han podido pasar para abrir los establecimientos que tienen en San Antonio.
El desempeño de la industria y las empresas de servicios también se ve perjudicado, porque gran parte de la mano de obra procede del lado colombiano y a los extranjeros no les están permitiendo ingresar a través del corredor que se ha abierto por el puente internacional Simón Bolívar.