El expresidente colombiano Álvaro Uribe afirmó en la frontera con Venezuela que el mandatario de ese país, Nicolás Maduro, infunde contra los colombianos un odio comparable al de Hitler contra los judíos, y por eso casi un millar de ciudadanos han sido deportados en cuatro días.
“Así como Hitler infundió odio contra los judíos diciendo que eran la base del mal y una raza inferior y todo terminó con el asesinato de seis millones de judíos, la dictadura castro-chavista de Venezuela está dedicada a infundir odio contra el pueblo colombiano llamando a nuestras mujeres prostitutas y a nuestros compatriotas paramilitares”, dijo Uribe en un discurso desde el puente que une Colombia y Venezuela en la ciudad de Cúcuta.
En el discurso, en el que fue apoyado por varios centenares de personas que permanecen en el puente que fue cerrado en la medianoche del pasado miércoles, el exmandatario mostró su solidaridad con los al menos 861 colombianos que han sido deportados desde Venezuela en los últimos días, cuando Maduro decretó un estado de excepción en parte del estado fronterizo de Táchira.
Asimismo, envió un pedido a la comunidad internacional y al Gobierno de Colombia para que intervengan ante esta situación.
En opinión del senador Uribe, los ciudadanos colombianos deportados han sido “despojados en su pobreza humillada”, puesto que muchos de ellos han tenido que dejar Venezuela sin llevar ninguna de sus propiedades y tienen “sus casas marcadas como jaulas de animales”.
Además, expresó su solidaridad con los venezolanos de la oposición “torturados y encarcelados”.
“Esta es una voz de alerta, ahora nuestra preocupación es cuanto va a durar la dictadura castro-chavista de Venezuela”, afirmó Uribe, que recordó que los “gulags” soviéticos estuvieron presentes durante más de 70 años.
Durante su discurso, Uribe abogó por “una frontera libre” en el que haya “libre tránsito de personas trabajadoras” y recordó que Colombia es signatario de tratados internacionales que dicen que “ningún país en ejercicio de soberanía puede tratar injustamente a los ciudadanos de otro”.
Precisamente, tras el cierre de la frontera, la canciller colombiana, María Ángela Holguín, afirmó el pasado jueves que esa era una “decisión soberana”.
Posteriormente, el Gobierno colombiano ha endurecido su posición y ha pedido que se “respete la integridad y los derechos humanos” de los colombianos que viven en Venezuela.
Por último, Uribe hizo un llamado a la comunidad internacional y a los delegados y observadores para que vayan a las elecciones parlamentarias que celebrarán en Venezuela en diciembre “no como turistas que visitan Caracas”, sino para trabajar y desvelar las posibles irregularidades que puedan darse. EFE