A veces el estrés hace que comamos de más y eso impacta de forma negativa en nuestro cuerpo, porque los “alimentos extra” se acumulan en forma de grasa en el organismo, pero, ¿cómo controlar la ansiedad por comer?, reseñó Salud180
En entrevista, la psicóloga Begoña Remis destaca que existen dos tipos de hambre, la física y la emocional o de relámpago. La primera se refiere a la necesidad natural del cuerpo, mientras que la segunda sólo surge con emociones específicas.
“Normalmente, las personas que tienen hambre emocional buscan un consuelo o una gratificación en la comida, pero al final sienten remordimiento por haberla consumido”, detalla la especialista.
¡Deja de ser un comedor emocional!
Normalmente cuando estás triste, enojado, contento, estresado o preocupado, lo único que quieres es consumir algo dulce o rico en grasa, lo cual fomenta el sobrepeso y obesidad. Por ello es indispensable que conozcas las herramientas básicas para manejar con éxito esa ansiedad
1. Visualiza tus emociones: Antes de ingerir cualquier alimento, analiza el entorno, la situación y las emociones que sientes en ese momento.
Al identificar el origen del impulso te da la oportunidad de solucionarlo sin consumir alimentos de más.
2. Respira profundo y cambia tu mente: De acuerdo con un estudio publicado en la revista British Journal of Health Psychology, cuando le das una atención plena a cada emoción tienes la capacidad de pensar en cosas más positivas.
3. Asiste a terapia: Los especialistas te guían para que manejes el sobrepeso en el ámbito social, familiar y de pareja. Además te ayudan a entender tu relación emocional con la comida y a crear consciencia del porqué comes en exceso.
¡Actúa a tiempo!
La mejor forma para controlar tus impulsos por comer de más y bajar de peso, es llevar un tratamiento integral, donde un médico, una nutrióloga, un terapeuta físico y un psicólogo te brindan un seguimiento personalizado.
“Las personas que adoptan un tratamiento integral para bajar de peso logran con éxito su objetivo que aquellas que inician una dieta por sí mismas”, concluye Begoña Remis.