Desde la implementación del cierre del tráfico vehicular por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, las estaciones de servicio de combustible de los municipios limítrofes del estado Táchira lucen desoladas.
La medida de cierre de fronteras ordenada por el Gobierno venezolano comenzó a regir desde el pasado jueves y durante los días sucesivos fue disminuyendo sustancialmente la afluencia de vehículos hacia las estaciones de servicio, no solamente de San Antonio, Ureña, sino también de Rubio, los Capachos, donde está vigente el decreto de excepción.
A las estaciones de combustible nacionales de San Antonio, esporádicamente llegan vehículos a surtir gasolina y no hay las largas filas que se apreciaban en los días precedentes al cierre de fronteras. Pero no sólo son las gasolineras donde surten los carros particulares las que están desoladas, también las destinadas a los vehículos tipo taxis, transporte colectivo, por puesto y de carga.