El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, dijo hoy que aunque rechaza las acusaciones de corrupción en su contra, va a enfrentar un pedido de antejuicio para retirarle la inmunidad, porque considera que es la única forma de garantizar las elecciones del próximo 6 de septiembre.
“Aquí debe haber elecciones (…). Por eso me dispuse a someterme al proceso de antejuicio, para que esto permita que se den las elecciones (…) y que los guatemaltecos tengan la oportunidad de expresarse libremente en las urnas”, manifestó el mandatario en declaraciones a la emisora radial “Sonora es la Noticia”.
La petición de antejuicio es tramitada ahora en el Congreso, que integró este miércoles una comisión que evaluará si hay indicios o no para retirar la inmunidad al mandatario, aunque se necesita de 105 votos de los 158 diputados del pleno para que el mandatario pueda ser investigado.
Pérez Molina, quien ha evitado comparecer ante la prensa desde el pasado viernes, cuando fue señalado por la Fiscalía y un ente de la ONU de liderar la red de corrupción aduanera conocida como “La Línea”, manifestó este miércoles que no se está “escondiendo” y que su “carácter” es “dar la cara”.
Desmintió los rumores sobre su dimisión o su salida del país y mantuvo, de manera firme, su postura de seguir en el puesto y enfrentar el proceso de antejuicio porque no tiene “nada que esconder” sobre los señalamientos que hicieron el pasado viernes el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
No obstante, reconoció que “no somos perfectos” y que durante su mandato “se han cometido errores”, pero que lo importante es “enmendarlos y seguir para adelante”.
“Estoy aquí. Voy a dar la cara. Estoy presente. (…). Voy a seguir siendo un hombre humilde”, proclamó enérgico el mandatario, quien además mostró su “respeto” por la multitudinaria manifestación realizada este jueves para pedir su renuncia de forma inmediata.
Pérez Molina reiteró que su decisión de aferrarse a la Presidencia responde a un único objetivo: “no romper las leyes” del país y garantizar los comicios electorales porque, lo opuesto, “va en contra de la Constitución”.
Por eso, pidió a la ciudadanía “paz, tranquilidad, humildad y serenidad” y recordó que, aunque tienen derecho a demandar su dimisión, esa es “una decisión” que él mismo tendría que tomar.
Así, solicitó dejar a un lado “la pasión” para que Guatemala salga adelante.
Sobre el procesamiento de su exvicepresidenta Roxana Baldetti, acusada de liderar con él “La Línea”, dijo que no está en sus “manos” y que le corresponde a los “tribunales de Justicia”.
Baldetti está en prisión desde el pasado viernes a la espera de que un juez decida si hay motivos para enjuiciarla.