El expresidente de Colombia Álvaro Uribe calificó de “genocidio” la expulsión masiva de colombianos de Venezuela por el gobierno de Nicolás Maduro, a quien comparó con Adolf Hitler en una entrevista publicada este sábado por el periódico español El País.
AFP
“La dictadura de Venezuela, a su amaño, ha decidido siempre cuándo abre y cierra la frontera”, afirma Uribe en declaraciones publicadas por el diario en su página web. “Todo eso ha llegado a lo que vemos actualmente, un genocidio contra el pueblo colombiano, con las casas marcadas, los ciudadanos torturados, expulsados como animales”, continúa.
“Hitler empezó acusando a los judíos de ser la fuente de todos los males. Venezuela acusa a los colombianos de ser la fuente de todos los males. Hitler empezó maltratando a los judíos, tratándolos como una raza inferior. Maduro acusa a los colombianos de ser paramilitares y las prostitutas de Venezuela. Van justificando la tortura del pueblo colombiano”, agrega.
Más de un millar de colombianos fueron deportados en los últimos días por Venezuela, y otros 5.000 a 6.000 según estimaciones del gobierno escaparon del país vecino por temor a ser separados de sus familiares y expulsados sin sus pertenencias.
Maduro adoptó esas medidas en la frontera días después de un ataque a balazos de desconocidos que dejó a tres militares y un civil venezolanos heridos cuando realizaban una operación contra el contrabando.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.219 km, donde las autoridades de ambos países denuncian la presencia de grupos guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y contrabandistas de combustible y otros productos fuertemente subsidiados por el gobierno venezolano.
“Lo más grave es que el gobierno (colombiano de Juan Manuel Santos) teme que cualquier indisposición de la dictadura de Venezuela le genere más dificultades en los acuerdos con el grupo terrorista FARC. El gobierno de Santos debería retirar a Venezuela como garante de los acuerdos con las FARC”, consideró Uribe.
Santos llegó al poder en 2010 de la mano de Uribe, del que había sido ministro de Defensa, pero ambos se fueron distanciando y en la actualidad el expresidente es el más férreo opositor a su gestión y especialmente a sus negociaciones con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Las FARC negocian en La Habana desde noviembre de 2012 con el gobierno de Santos para poner fin al conflicto armado que azota al país desde hace medio siglo.
Uribe, que durante su gobierno propinó fuertes golpes militares a esa guerrilla de la mano de Santos, se opone a la negociación porque considera que dejará impunes los crímenes de los rebeldes.