Los expertos explican que los tiradores que pretenden cometer una masacre generalmente no tienen un patrón fijo de que víctima elegir.
Lo más habitual es que disparen al bulto, escogiendo el blanco que les sea más fácil. Por eso, un tiroteo es siempre una situación impredecible.
El tiempo que pueden tardar las fuerzas de seguridad en llegar al lugar de los hechos, suelen ser vitales para sobrevivir.
Las acciones a seguir también varían mucho si el tiroteo se produce en un espacio abierto.
En el caso de que el escenario sea una oficina, los expertos aconsejan encerrarse en algún cuarto y trancar la puerta con muebles y objetos para impedir el acceso del agresor.
Si la persona es sorprendida en un pasillo, debe de tratar de buscar refugio.
En caso de que se encuentre cara a cara con el tirador y no haya manera de escapar, las autoridades aseguran que siempre es mejor jugársela y enfrentarse a agresor; atacándole con cualquier objeto que se tenga a mano y de la manera más agresiva que sea posible, es más seguro que tratar de suplicar clemencia.
Al parecer, la experiencia demuestra que la mayoría de este tipo de asesinos de masas no suelen tener piedad con las víctimas que se encuentran a su merced.
En cambio, si el tiroteo se produce en el exterior.
Lo primero que hay que hacer es tirarse al suelo. Una vez en esa posición hay que tratar de localizar el lugar del que proceden los disparos y, si la situación lo permite, hay que intentar evacuar el lugar o buscar un escondite seguro.
En el caso de que se esté en la línea de fuego del tirador, lo mejor es permanecer inmóvil en el suelo, haciéndose el muerto.
Las autoridades también recomiendan no tratar de mover a los heridos, y dejar esa tarea al personal cualificado, pero si hay que intentar convencer a otras personas de la necesidad de escapar de allí o esconderse.
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