L.P: El cierre de la frontera y el conjunto de acciones que el gobierno Venezolano ha ejecutado en la zona, han provocado gran preocupación en los Venezolanos y en la comunidad internacional. En su opinión ¿qué ha llevado a Nicolás Maduro a tomar estas decisiones?
Mi primer sentimiento, ante el despiadado ataque a la gente de la frontera, es el dolor e indignación compartido con todas las familias colombo-venezolanas. He hablado con madres de uno y otro lado de la frontera y lo que les están haciendo es cruel. Una de ellas, Carmen María, me dijo: “tengo 50 años viviendo en Venezuela, desde 1960. Hoy nos sacan a empujones porque somos colombianos.? Hay que ver a los niños gritando y llorando. Gente maltratada, cerca del puente y del consulado pidiendo a gritos que les den algo de comer”.
Frente al Estado mafioso que colapsa y a los venezolanos decididos a cambiar al régimen, yo no tengo duda de que el actual problema con Colombia es consecuencia de otra orden de La Habana. El conflicto de Venezuela con Colombia ha estado siempre contemplado por el régimen cubano. En el llamado Plan Sucre, que denuncié en la Asamblea Nacional en el año 2012. Se planteaba la nueva doctrina de la FAN: “la guerra popular prolongada”, la cual había que iniciar con un conflicto con Colombia, para generar un estado de alarma y conmoción y con ello controlar militarmente a toda la Nación venezolana; ?usando a las Milicias y a los grupos paramilitares que el propio régimen ha armado.
Es el colmo del cinismo que un régimen que se hace llamar “revolución bolivariana” utilice a nuestra FAN para expulsar a la fuerza a colombianos ?de tierras venezolanas.? Además de violar los derechos humanos de miles de colombianos y de venezolanos, quieren enfrentar a los hijos de Bolívar. Esta es la mayor ofensa a la memoria del Libertador; y para ello utilizan nada menos que a nuestra Fuerza Armada Nacional.?
L.P Usted ha dicho que la restricción de garantías en el Táchira, evidencia la pretensión del régimen de avanzar en la militarización de todo el país. Esto no pondría en riesgo las elecciones parlamentarias del 6-D?
El peligro de esta desquiciada escalada contra Colombia, trasciende la evidente amenaza a las elecciones parlamentarias. Se trata de la pretensión del régimen de avanzar en la militarización del país, ahora con “libertad de acción” al restringir las garantías constitucionales, con el fin de instaurar el control social, la represión, la persecución y la censura total.?
L.P: Estas medidas fronterizas no están resultando en un alto costo para la imagen internacional y las relaciones diplomáticas, ya bastante comprometidas, del gobierno Venezolano? Qué sentido tiene entonces, para el gobierno, llevarlas a cabo?
La comunidad internacional, en particular los gobiernos democráticos del hemisferio y la OEA tienen una inmensa responsabilidad en estas horas. La mayoría, durante años, optaron por la indiferencia cómplice, ?por las razones que todos conocemos.
Nosotros hemos advertido mil veces sobre la naturaleza del régimen y el riesgo de desestabilización para toda la región, no solo para los venezolanos. Hoy, estamos ante una crisis humanitaria en desarrollo con efectos dramáticos para miles de venezolanos, y ahora también, de colombianos.
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Por eso, la OEA hoy no puede evadir la responsabilidad que le confiere su propósito originario: la promoción de la Democracia y el respeto de los Derechos Humanos, contenidos en su documento fundacional, en la Convención Americana de Derechos Humanos y en la Carta Democrática Interamericana, que son ?obligantes y que, en nuestro caso, han ignorado durante años.
Hace un año fui a la OEA a alertar sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela y el riesgo para la región. No quisieron oír. Ahora, que explota este conflicto, es precisamente Colombia quien eleva la denuncia. Ya es hora que reaccionen.
Venezuela requiere la presencia inmediata de observadores calificados que entiendan no solamente de aspectos técnicos electorales; para impedir que la pretensión del régimen de Maduro y del régimen cubano, se concrete. Esta claro que esta pretensión es desconocer la voluntad de la abrumadora mayoría de los venezolanos que queremos decidir nuestro destino, cambiar el régimen y reconstruir el país.
La tragedia en la frontera, la infinita irresponsabilidad de Maduro, que agrede y huye (qué puede hacer a estas alturas en China!?) y el aceleramiento de la crisis humanitaria, han hecho que América Latina finalmente entienda que la transición a la democracia en Venezuela es impostergable, por el bien de Venezuela y por el de toda la región.
LP ¿Frente a las dificultades que se viven hoy en la frontera, qué es lo que procede hacer?
Lo único sensato que procede hacer en este momento es abrir de inmediato la frontera, derogar el absurdo decreto sobre el estado de excepción, y detener las violaciones a los derechos humanos de los colombianos y de los venezolanos en la zona; incluyendo a los comerciantes a quienes Vielma Mora amenaza con expropiar.
Pero todos sabemos que este régimen no tiene un ápice de sensatez, ni ?crearon esta crisis ingenuamente. Por eso, yo no voy a decirle a Maduro lo que tiene que hacer para gobernar. Está claro que él ni quiere, ni puede hacerlo. Como él no va a cambiar, nuestro derecho y deber, es cambiarlo a él y su régimen, lo antes posible.
Ante el colapso del Estado mafioso, la ruina de PDVSA, del país y la decisión del pueblo de que Maduro y su régimen se tienen que ir; los jerarcas del chavismo han decidido radicalizar su agresión para mantenerse en el poder a cualquier costo.
Creyeron que está campaña contra nuestros hermanos colombianos provocaría un enfrentamiento entre nuestros pueblos y debilitaría el apoyo de la población colombiana a la causa por la democracia en Venezuela.
Una vez mas, el régimen demuestra que no conoce al pueblo de Venezuela ni al de Colombia; el resultado ha sido, precisamente, el contrario. Unió a Venezuela en defensa de los derechos de los colombianos en nuestra tierra, y unió a Colombia en defensa de la democracia en Venezuela.