Acusación, denuncia. Sinónimos de delación, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia de Española de la Lengua; acusar y denunciar, la tarea de los patriotas cooperantes, ciudadanos que desde el anonimato le informan a funcionarios y organismos de seguridad del Estado cuando un opositor conspira contra la patria.
José Flores Castellano / Versión Final (Zulia)
Y conspirar puede ser protestar con un cierre de calle; negarse a pasar por un captahuellas para comprar productos de primera necesidad; que un político opositor almuerce en un restaurante caro o instigar a la violencia contra el Gobierno nacional en las redes sociales.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional (AN), es uno de los que alienta esta actividad desde su programa televisivo Con el mazo dando que transmite VTV. Lee en vivo los mensajes de estos supuestos informantes y los acredita como datos, si no de primera mano, al menos confiables.
“Esto forma parte de lo que llamamos investigación, aunque sea desde el anonimato, pero forma parte de denunciar actitudes o acciones que se relacionen directamente con alteración del orden o manipulación mediática”, explica Omar Velásquez, director de la Escuela de Gobierno de la Alcaldía de San Francisco.
Que a estos informantes se les tilde de “sapos”, no le extraña, y lo atribuye al sarcasmo rutinario con que se comunican oficialismo y oposición. Asegura que los opositores, a su vez, son informantes de medios internacionales, como CNN, los soldados de lo que llama “guerra mediática” cuyo fin es “posicionar símbolos y crear antivalores”.
Los límites
La inteligencia social no está exenta del ridículo, reconoce Velásquez, como cuando se emplea para publicar la factura de unos zapatos que compró la periodista Nitu Pérez Osuna. “Como si ella tuviera mucho dinero por comprarse un par de zapatos”.
Pero tampoco les falta seriedad, dice. Recuerda que gracias a los patriotas cooperantes se descubrió que manifestantes opositores desplegaban guayas de un extremo a otro de las calles que cerraban durante las guarimbas de 2014, para protegerse de los motorizados pertenecientes a colectivos armados. Uno murió degollado el 21 de febrero en la urbanización Horizonte, de Caracas. Se llama Santiago Pedroza, tenía 29 años y trabaja en un automercado.
“Buscaban crear una inestabilidad para una intervención extranjera, ingobernabilidad, o lo que llaman los gringos estados fallidos. Como forma parte de esa guerra, se usa esto (los patriotas cooperantes), y hay denuncias que han llevado a detener a algunos sujetos. Es una forma de decir: ‘no te pases de la raya’”.
El rebelde descreído
“Los patriotas cooperantes no son sino unos vulgares policías”, sentencia Douglas Bravo, exguerrillero venezolano. Asegura que fue una presencia constante en las dictaduras de Hitler, Mussolini y Stalin. Solo se diferenciaban en el nombre que cada régimen les asignaba.
“Lo más triste es que los revolucionarios de antes, que están en el Gobierno, se hayan prestado para crear esa figura. Siendo que cuando estábamos en la lucha armada nosotros despreciábamos ese proceder del delator. Y los delatores han sido perniciosos para la convivencia humana en todo el planeta”.
Bravo lamenta que el patriota cooperante actúe como “representante directo” de los cuerpos de seguridad del Estado, y en obediencia a la política de la Presidencia de la República que se ejecuta a través de los ministerios de la Defensa e Interior y Justicia. “Ya está instaurado el Estado policial, ya está instaurada la dictadura militar, ya está instaurado el nepotismo”.