El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, apeló hoy a la presunción de inocencia para defenderse de las acusaciones en su contra, que lo sindican de liderar la red de corrupción aduanera conocida como “La Línea”.
EFE
En una conferencia de prensa celebrada en la Casa Presidencial, el mandatario dijo que las pruebas en su contra no son suficientes para demostrar su vinculación con la estructura criminal, que, según las autoridades, defraudó millones de dólares al Estado.
A Pérez Molina se le vincula con el caso “La Línea”, por lo que el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) pidieron que se le realizara al mandatario un antejuicio.
El presidente negó por activa y por pasiva su participación en “La Línea”, y dijo que los audios en los que aparece su voz para cambiar a un empleado en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) obedece a una preocupación por “la falta de recaudación”.
No obstante, agregó, “no era una imposición”, sino que justo en ese momento el Ejecutivo estaba pensando en hacer “una intervención” en el ente recaudador de impuestos, aunque al final solo quedó en una “intervención operativa”.
“No recibí ni un centavo”, proclamó enérgico, aunque reconoció que, como seres humanos, durante su mandato se cometieron errores, pero que, en el momento, creía que las decisiones adoptadas eran las mejores para el país.
Sobre el informe dirigido hacia su persona en el que se detallaba como funcionaba la SAT, Pérez Molina señaló que él nunca lo recibió y que además no tiene el membrete de recibido en ninguna de las dependencias del Gobierno.
Durante una hora, el funcionario cuestionó “la seriedad” y “el fundamento” no solo de las evidencias en su contra, sino también de la actuación del MP y la CICIG porque, recordó, cuando la fiscal general se postuló como magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) la CICIG la “vetó”.
El mandatario, que había estado esquivando a la prensa desde el 21 de agosto, dijo ser consciente de que la situación es “delicada, complicada y compleja” como nunca antes “se había visto en el país”, pero apeló a la unidad y a la tranquilidad para garantizar los comicios electorales del próximo domingo.
Así, pidió a la ciudadanía no aceptar “la condena adelantada” que le están haciendo y no dejarse llevar por comentarios, ya que lo importante es respetar “el debido proceso”.