La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza, número 9 del mundo, fue eliminada hoy inesperadamente en el Abierto de Estados Unidos por la británica Johanna Konta, número 97, debido a una causa tan sencilla como que “ha jugado mejor y merece estar en la tercera ronda”, según Muguruza.
EFE
“El tenis no me ha acompañado mucho hoy, no he jugado bien, he sacado regular”, confesó la que era la última española en competición individual en este torneo, que a pesar de todo se va “contenta” y consciente del “nivel altísimo de la competición”.
“Han perdido un montón de cabezas de serie porque no hay ningún partido fácil”, resumió una jugadora que nunca había ganado, hasta este año, un partido en el Abierto de Estados Unidos, y que hoy se despidió con un resultado en contra de 7-6 (4), 6-7 (4) y 6-2.
Sin embargo, Muguruza no ha estado a la altura de las expectativas tras haber disputado la final en el último Wimbledon contra Serena Williams, un sueño hecho realidad del que le ha costado despertar.
“Mi vida no ha cambiado nada, hago lo mismo, pero después de ese ‘boom’ de emoción empezara de cero cuesta un poquillo”, reconoció.
Entre medias, además, ha dejado al entrenador con el que ha trabajado durante tres años, Alejo Mancisidor.
“El tiempo desgasta las relaciones y se necesita frescura para seguir trabajando y mejorando. Este cambio a mí me motiva”, dijo, y añadió que todavía no ha pensado cuáles serán sus próximas decisiones al respecto, aunque no descartó trasladarse a Miami.