Los colegios femeninos de la provincia afgana de Herat (oeste) se hallan en alerta tras el envenenamiento premeditado de 600 alumnas en ocho días, después de que hoy otras 250 estudiantes fueran intoxicadas, informaron fuentes oficiales.
EFE
Las 250 estudiantes envenenadas hoy, de entre 8 y 17 años y alumnas de los colegios Naween Sufli y Khawaja Abul Waild del distrito de Injil, próximo a Herat, fueron hospitalizadas con mareos, vómitos y dolor de cabeza tras inhalar supuestamente algún tipo de gas al entrar en las aulas, dijo a Efe un portavoz del hospital provincial, Rafiq Shirzai.
“La situación está ahora bajo control, ya que las niñas se encuentran mejor tras recibir tratamiento”, explicó Shirzai, y añadió que muchas niñas tienen miedo por los numerosos casos de intoxicación en escuelas de la región.
El portavoz del gobernador provincial, Ehsanullah Hayat, indicó a Efe que las autoridades están trabajando “en un nuevo plan de seguridad para las escuelas” a raíz de los casos de intoxicaciones.
“Durante los últimos días hemos desplegado fuerzas de seguridad en los colegios para protegerlos, sobre todo en escuelas femeninas”, explicó, al reconocer que carecen de personal suficiente para proteger todos los centros educativos.
Las autoridades locales han convocado varias reuniones de emergencia, aunque todavía no han esclarecido las causas de las intoxicaciones y quiénes están detrás de ellas.
“Estamos investigando seriamente lo sucedido y seguimos a la caza de los culpables”, aseguró a Efe un portavoz de la Policía provincial, Abdul Rauf Ahmadi, al explicar que no hay detenciones aún.
La educación femenina ha aumentando considerablemente durante los últimos años en Herat, con datos como que en los exámenes de ingreso a la universidad el año pasado hubo un 55 % de mujeres frente a un 45 % de hombres.
Los casos de intoxicaciones en escuelas femeninas son bastante frecuentes en Afganistán (en junio al menos 60 escolares fueron hospitalizadas tras sufrir mareos y vómitos en el centro del país) y suelen estar rodeados de cierto misterio.
Los talibanes, tradicionalmente opuestos a la educación femenina, han sido señalados por estas intoxicaciones en el pasado, pero portavoces de los insurgentes han negado su implicación en estos sucesos y recientemente aseguraron que de gobernar permitirían que las mujeres se formaran. EFE