Especialistas aseguran que el manejo de información de la salud de altos funcionarios debe estar en manos de voceros médicos autorizados. De lo contrario pueden surgir rumores, como ocurrió con el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López
Mónica Duarte | La Razón
Luego de anunciarse el delicado de estado de salud del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, los rumores de su “fase de reposo y recuperación” no se han hecho esperar.
El periodista Nelson Bocaranda, conocido por revelar el padecimiento de cáncer del expresidente Hugo Chávez, ya ha manifestado que el ministro de Defensa pudiese estar corriendo la misma suerte. Por otro lado, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ha salido a desmentir estos rumores y negó el supuesto cáncer del general Padrino López.
Mariana Bacalao, especialista en Comunicación Política y Opinión Pública, asegura que informar sobre el estado de salud de los altos funcionarios en cargos públicos es “una obligación”. La experta manifiesta que esta información es de importancia para la vida pública, porque de la salud depende la capacidad que se tenga para ejercer un cargo de mando.
La falta de información oficial sobre el padecimiento, que ha causado el reposo médico del ministro Padrino López, ha motivado las comparaciones con lo ocurrido con el expresidente Chávez durante los últimos años de su vida, cuyo manejo comunicacional fue muy cuestionado.
Sin embargo, en casos de enfermedades graves de autoridades entran en pugna dos tipos de derechos. La organización Transparencia Venezuela se ha pronunciado en varias oportunidades, explicando que, desde un punto de vista jurídico, los derechos involucrados en esta temática son el derecho a la privacidad, de índole individual, y el derecho de acceso a la información, de naturaleza primordialmente colectiva.
Bacalao afirma que en temas de salud se presentan dualidades que se han de manejar responsablemente al momento de comunicarse. “Es estrictamente la vida privada que ataña a su integridad y su salud, pero también al ser una figura de la vida publica está involucrado el destino de la nación. No es casualidad que existan figuras legales para activar en caso de problemas de salud”.
Para evitar confusiones e incertidumbres la especialista recomienda informar de manera pertinente y transparente. Esto implica que la información debe venir de fuentes oficiales y no hacer anuncios en retrospectiva ni a la defensiva.
“La información debe ser manejada con sus aspectos positivos y negativos, las enfermedades nadie las escoge, pero puede traer algo positivo porque vincula a la gente con el lado humano y vulnerable”, manifiesta la experta en opinión pública.
Este manejo se ha puesto en práctica en varios países con los anuncios de enfermedades de jefes de Estado y de figuras públicas. El caso más reciente fue la revelación del ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, de tener cáncer. El exmandatario prometió una declaración pública más completa cuando se conocieran más datos, y así lo hizo.
Por su parte, en agosto de 2010, al entonces presidente de la República del Paraguay, Fernando Lugo, se le detectó un cáncer linfático. Durante una conferencia de prensa, un equipo médico encabezado por la ministra de Salud confirmó esta noticia y dio detalles del linfoma maligno que se le había detectado.
Transparencia Venezuela toma estos caos como ejemplos de conducción adecuada del acceso a información correspondiente a la salud, dándose seguimientos con mayor institucionalidad, completos y veraces.
Cómo frenar los rumores
Mariana Bacalao explica que los rumores aparecen cuando no hay versión oficial o cuando esta versión no es creíble. Para lograr una información confiable son necesarios voceros capacitados y de libre acceso.
El método que han usado otros países, para que el manejo mediático evite cualquier suspicacia, es una junta medica que emite partes periódicos y que va dando la información de los resultados de cada procedimiento. “Los profesionales de la salud son voceros creíbles que deberían comunicar en beneficio de la transparencia con responsabilidad”, manifiesta Bacalao.
El tiempo del anuncio también es un factor importante para dar confianza en la población. Los especialistas recomiendan explicar la realidad del estado de salud al momento que se presenta, dar el parte médico y luego hacer seguimiento a las decisiones que se van a tomar.
Para la especialista en comunicación política, la información veraz en casos de salud es un síntoma de una buena democracia en la que existe comunicación entre gobernantes y gobernados. Pero al existir opacidad en la información se manifiesta una “falta de respeto hacia los ciudadanos”.