El excanciller chileno y exsecretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza afirmó hoy que no encuentra una “justificación real” para el cierre de parte de la frontera con Colombia decretado desde mediados de agosto por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
EFE
“La verdad es que yo hasta ahora no he visto ninguna razón, ninguna justificación real, de por qué ocurrió esto, me refiero al cierre, en un momento determinado”, declaró Insulza después de participar en Sao Paulo de un seminario sobre política externa organizado por la Embajada de Chile en Brasil.
El 19 de agosto pasado, Maduro ordenó el cierre de una franja de la frontera con Colombia de cerca de 100 kilómetros en el estado Táchira, nueve días después otra de 60 y ayer de otros tres municipios del norte de Zulia, dos de ellos fronterizos, que abarcan cerca de 140 kilómetros más.
Para el diplomático, “la única posibilidad (de solución) es que finalmente el Gobierno de Venezuela decida reabrir la frontera y se pueda establecer con Colombia un diálogo para resolver los problemas que están pendientes”.
Defendió, igualmente, que organismos internacionales y terceros países, como Brasil, puedan intermediar en el conflicto.
“No hay ningún obstáculo para que se trate el tema tanto en la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) como en la OEA. No veo por qué razón haya que elegir entre un organismo u otro”, apuntó.
Este diferendo deja más de 20.000 colombianos expulsados y retornados de Venezuela, según datos entregados el lunes por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
“Es una frontera de las más concurridas en América Latina, con un tráfico bastante frecuente, la gente va y viene por esa frontera y muchos pasan cotidianamente para trabajan en uno y otro lado”, indicó Insulza.
El total de la frontera terrestre entre ambas naciones es de 2.219 kilómetros, la mayoría selvática en los estados Amazonas y Apure, situados al sur de Zulia y Táchira.
Insulza consideró que la determinación del cierre de la frontera, a pesar de la “existencia del contrabando” y de otras “quejas” argumentadas por el Gobierno de Caracas, está también “influenciada” por la “situación electoral”.
En referencia a las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre, Insulza lamentó la eventual ausencia de un grupo observador de la OEA que, a su juicio, es junto a la Unión Europea (UE) uno de los organismos con más experiencia en procesos electorales y que no actúan solo como simple misiones de “acompañamiento”.
Sin embargo, aclaró el excanciller, la democracia en Venezuela no está sujeta a la observación del proceso electoral por parte de un organismo internacional.
En el seminario participaron también el exagente chileno ante el Tribunal de La Haya en el caso del diferendo limítrofe con Perú y exvicecanciller de ese país Alberto Van Klaveren y el embajador de en Brasil, Jaime Gazmuri, quien presentó las directrices de la política externa del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Van Klaveren expuso sobre el actual litigio diplomático de Chile con Bolivia, en el que este último reclama una salida al mar y admitió que “las cuestiones territoriales lamentablemente no han terminado en la región”.
En el mismo foro, también fue abordada la crisis política que atraviesa Brasil, con tensiones entre el Ejecutivo y un Legislativo dividido.
Al ser preguntado sobre un eventual juicio político con fines de destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, Insulza evitó hablar sobre esa “hipótesis”.
Sin embargo, el diplomático chileno preciso que “cualquier conclusión prematura de un Gobierno ocasiona inestabilidad en la región entera”. EFE