Todos los zulianos festejan este martes con Maracaibo su aniversario 486. Un día en el que el puente, su gente, sus comidas y su sol inminente se ven más resplandecientes. Y no solo festejan un aniversario, pues Los Puertos de Altagracia, también está de aniversario, fundado en 1529, reseñó Panorama.
Por R. Peña
Siempre en torno al Lago, Maracaibo ha defendido su rostro de Ciudad Puerto Metropolitana del Caribe.
“El 8 de septiembre de 2013, hace exactamente dos años y como un regalo a la ciudad, el Presidente Nicolás Maduro decretó Zona de Interés Turístico el Casco Histórico de Maracaibo por intermedio del Ministerio del Poder Popular para el Turismo y como primer logro del Gobierno de Calle de la Gobernación Bolivariana del Zulia por intermedio de CORZUTUR” recordó la Presidenta de la Corporación Zuliana de Turismo, Mariela Quintero Leal en una nota de prensa.
“Se colocaría entonces un manto protector y un motor de desarrollo a una inmensa poligonal donde están insertas las sin iguales parroquias Bolívar, Chiquinquirá y Santa Lucía. Y el omnipresente Lago, desde cuyo Malecón, también en plena recuperación como Puerto Turístico Comercial, ubicado frente a la Plaza Baralt, volverán a zarpar las embarcaciones para reconquistar también el Lago como la gran vía de comunicación rumbo al Relámpago del Catatumbo y del palpitar del tambor del Sur del Lago. Por eso nuestros Cascos históricos también son ecoturísticos”, prosigue la directora de Turismo.
Ambos espacios, Plaza Baralt y Malecón, cada día más recuperados, prontos a ser reactivados, reconquistando del esplendor del Zulia.
La Calle Carabobo, evocación del Saladillo, fue la primera zona residencial de Maracaibo. Cerca de ella está la plaza Bolívar, del siglo XIX, y como toda Plaza Mayor fundada por los españoles, determinó el crecimiento de la ciudad.
La Catedral de Maracaibo, la iglesia matriz, tiene sus orígenes en el siglo XVI.
El Palacio de Gobierno o de los Cóndores, del siglo XIX, es actual sede del Gobierno Regional.
Dentro de la Casa de la Capitulación, edificada en el siglo XVIII, se selló la Independencia de Venezuela, y en su recuperación ha revelado un fascinante aljibe que se suma al misterio que rodea el crimen allí cometido en la época de la ciudad de noches alumbradas a la luz de las antorchas: la Caballero, cuyo fantasma dicen que deambula por los pasillos de la única casa colonial que queda en pie en Maracaibo.
El teatro Baralt, en el siglo XIX sorprendió a toda América con la revelación de una máquina maravillosa: el cinematógrafo. Frente a él, también reverdecido, dignísimo, el Paseo Ciencias que, altivo, muestra su Reloj de Sol recuperado.
La Basílica de la Chinita, epicentro de la Grey zuliana; Parque Urdaneta, plaza de fantásticas fuentes y formas; Santa Lucía, cuna de la gaita, el bolero y el béisbol, son los elementos que hacen a los zulianos identificarse y diferenciarse de los demás, dando un grado de originalidad y autenticidad.