El viceprimer ministro polaco, Tomasz Siemoniak, contestó hoy a las voces que desde Alemania acusan al Este de Europa de no ser solidario ante la llegada de refugiados, y pidió a Berlín que no dé lecciones de solidaridad, a la vez que criticó las respuestas “rápidas ad hoc” a la crisis migratoria. EFE
“Alemania no nos debería dar lecciones de solidaridad”, dijo Siemoniak en declaraciones a la cadena TVN24, donde defendió que la posición polaca sobre los refugiados “está impregnada de solidaridad y busca soluciones imaginativas, ya que las decisiones rápidas ad hoc no resuelven el problema”.
“No se trata de recibir a decenas de miles de refugiados que desean venir a Europa, porque Europa no tiene capacidad para eso”, añadió Siemoniak, quien cree que la política europea debe intentar resolver los problemas en Siria, Irak, Somalia, Libia o Afganistán, y no pensar únicamente en cómo frenar el flujo de refugiados e inmigrantes o en cuotas para su reparto.
Polonia no está de acuerdo con el sistema de cuotas obligatorias de refugiados, y Tomasz Siemoniak recordaba hoy que imponer el número de personas que debe acoger cada país “es un camino que no lleva a ninguna parte, porque en el momento en que se acepte el primer grupo, llegará el segundo, el tercero y el resto”.
Sobre la posibilidad de que Polonia acepte entre 10.000 a 12.000 refugiados, tal y como propone ahora Bruselas, Siemoniak dijo que “el Gobierno polaco no va a hacer nada que pueda afectar en modo alguno a la seguridad del país y su estabilidad”.
Hasta el momento Varsovia se ha comprometido a acoger a 2.000 refugiados, una cifra inferior a la inicialmente propuesta por la UE.
Mientras, y después de que el papa Francisco haya hecho un llamamiento “a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa” para que acojan a “una familia de refugiados”, varios sacerdotes y familias católicas polacas han mostrado su disposición a recibir refugiados.
Al mismo tiempo, desde el principal partido de la oposición y primero en las encuestas de cara a las próximas generales, la conservadora-nacionalista Ley y Justicia, se pide que se dé prioridad a los refugiados cristianos frente a los musulmanes.
Por su parte, la mayoría de la población es reacia a su llegada, aunque según una encuesta reciente un 37% de polacos apoyarían los programas de asilo a refugiados si estuviesen totalmente financiados por la Unión Europea o Naciones Unidas.
La cercanía de las elecciones parlamentarias, que tendrán lugar el 25 de octubre, marca sin duda el debate sobre la llegada de refugiados.