Nuestro coordinador nacional político adjunto de Voluntad Popular, Freddy Guevara acertó recientemente al declarar que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello le tienen culillo a Leopoldo López.
Ciertamente, como él lo puntualiza, desde el 2008 el Gobierno del fallecido Chávez y ahora de Nicolás Maduro, le han dedicado una cacería hostigante e incansable a nuestro líder nacional, primero para evitar ese año que llegara a la Alcaldía Metropolitana cuando encabezaba todas las encuestas, y el año pasado al encarcelarlo Maduro por ver en él su némesis política, la amenaza presidenciable que no lo deja dormir en paz.
Son más de 18 meses los que Leopoldo ha transcurrido en Ramo Verde, en una injusta prisión llena de vejaciones, aislamiento, castigo, insultos, cobardías y maltratos. Todo el aparataje del régimen en contra de una sola persona, señalado fraudulentamente, sin argumentos, ni pruebas, de haber incitado las protestas en contra del régimen de Nicolás Maduro cuando lo único que hizo fue llamar a todo un país a reclamar por los miles de problemas que ha traído ésta mal llamada revolución.
Leopoldo está preso por creer que la protesta pacífica y no violenta es una de las vías para rescatar la democracia. Leopoldo está preso por liderar el movimiento pacífico y constitucional. Leopoldo está preso porque despertó en los venezolanos determinación y firmeza para ejercer el derecho constitucional de la protesta pacífica y, en definitiva, Leopoldo está preso porque nos devolvió la esperanza para seguir soñando con un mejor país.
No hay delito establecido en nuestro ordenamiento jurídico para privar de libertad a una persona por disentir del régimen y por despertar a un pueblo. Leopoldo López no es un delincuente común y según dijo el premio Nobel Mario Vargas Llosa en su reciente visita a Venezuela, Amnistía Internacional está considerando declarar a Leopoldo López preso de conciencia del gobierno de Nicolás Maduro.
Amnistía Internacional es una Organización No Gubernamental Internacional que desde el año 1961 aboga por la libertad inmediata de los presos de conciencia en el mundo y define a los presos de conciencia como aquellas personas que, sin haber utilizado la violencia ni haber propugnado su uso, son encarceladas o sometidas a otras restricciones de sus libertades a causa de sus creencias, origen étnico, sexo o color.
El ex secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza y el actual Luis Almagro, han acusado también al régimen por la persecución a López. Igualmente han abogado en su favor el ex presidente de Costa Rica y premio Nobel Oscar Arias y el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, además de organismos como Human Rights Watch, Naciones Unidas y todos los países no dependientes de los regalos bolivarianos con los que el régimen compra conciencias.
La presión internacional es agobiante para el régimen que como animal herido hinca más sus fauces, aterrorizado por la impotencia de no poder revertir el desgaste que les causa el preso político más importante del continente.
Hoy culmina, Dios mediante, este juicio. Confiamos en que se declare la sentencia absolutoria de Leopoldo López, pese a las triquiñuelas de la justicia injusta que lo ha perseguido, pese a los vicios procesales y a la ausencia de investigación previa a la captura, la intromisión militar en un juicio civil y la imposibilidad de desarrollar su plena defensa.
Y confiamos además que se haga justicia con los cobardes funcionarios del gobierno que sí accionaron sus armas y con quienes ordenaron la ejecución de los jóvenes venezolanos en las protestas, aunque lamentablemente vemos que toda la lluvia de acusaciones va hacia Voluntad Popular y especialmente, a su líder.
Hoy, repetimos, confiamos en que todavía haya decencia y justicia. Confiamos en que la fuerza demoledora de las prueba de inocencia sean insoslayables. Confiamos en que la jueza Susana Barreiros no se doblegue ante las presiones y el culillo del Gobierno que siente el sol en sus espaldas.
@LesterToledo