La información dada a conocer a mediados de esta semana por la periodista de sucesos del diario 2001, Jenny Oropeza, en relación a la detención, y posterior privación de libertad, de un Fiscal del Ministerio Público, sobrino de Luisa Estela Morales, ex presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, nos vuelca la mirada nuevamente sobre el pueblo yaracuyano, cuyo gobernador, Julio César León Heredia, ha sido denunciado en diversas oportunidades en la Fiscalía General de la República por sus presuntas vinculaciones con el narcotráfico, existiendo serias evidencias de que recibió dinero de Walid Makled para su campaña electoral del año 2008. A esas denuncias se les aplicó silencio judicial tanto en el Ministerio Público como en el Tribunal Supremo de Justicia en tiempos de Luisa Estela Morales, esta referencia viene al caso por las connotaciones que está adquiriendo la encarcelación del Fiscal Décimo del estado Yaracuy con Competencia en Drogas, Esau Alejandro Alba Morales.
En la Fiscalía Décima del estado Yaracuy, al parecer habría estado funcionando no solo una red de extorsión sino que se habría constituido en instrumento de retaliación del ejecutivo regional, para urdir causas penales por tráfico o distribución de drogas sobre quienes recayera la inquina de las autoridades regionales, quienes no eran sometidos a la ley ni a la administración de justicia sino a mecanismos extorsivos, que en caso de fallar se trasformaban en procesos de confiscación de bienes.
Ese aciago proceder, quedó al descubierto con el caso de Andrés Calero Gonnella, a quien las autoridades policiales de Yaracuy identificaron con el remoquete de “El Chef”, supuesto líder de una organización delictiva vinculada al tráfico de drogas, y que junto a sus padres, Frank Calero y Lorena Gonnella, prósperos comerciantes de la zona, no de ahora sino de siempre, además de la familia de quienes también involucraron en ese caso, fueron sometidos al mencionado mecanismo de extorsión, por demás lucrativo, que incluía pagos en divisas americanas, es decir, dólares constantes y sonantes como los que le pidió Esau Alba Morales a Lorena Gonnella, y que la Dirección de Contrainteligencia Militar marcó para agarrar a este supuesto operador de justicia con las manos en la masa; pero lo peor es que también se habrían estado percibiendo pagos en “especie”, sí, en el polvo blanquito, cuyo peso requerido variaba dependiendo la gravedad del caso en el que se viera involucrado el o los imputados, lo cual explicaría la presunta cantidad de droga encontrada durante el allanamiento a la residencia de Esau Alejandro Alba Morales, https://www.youtube.com/watch?v=z8rUruXGmGI a menos que hubiese estado inmerso en el narcotráfico amparado por la alta investidura que le deparó su tía.
Hablamos de la Causa Penal N° UP01-P-2015-3376, que cursa en el Tribunal de Primera Instancia en Funciones 2° de Control del Circuito Judicial del estado Yaracuy, a cargo de la ciudadana Jueza Abg. Mirnis Mariolis Hernández, de las actas procesales contenidas en dicho expediente se desprenden hechos contradictorios que hacen pensar en que es absolutamente cierto que la Fiscalía Décima de Yaracuy sería un mecanismo de retaliación y extorsión, veamos: la detención de Andrés Calero Gonnella fue el 15 de julio de 2015, resultando curioso que desde 13 días antes, desde el 2 de julio de 2015, el Fiscal Esau Alejandro Alba Morales llamó a la mamá del detenido, Lorena Gonnella, en varias ocasiones, tal y como ella lo declaró. Otro hecho que llama poderosamente la atención, fue el altercado que sostuvieron el 11 de julio de 2015, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Yaracuy, David Lozan, y Andrés Calero Gonnella, en el Restaurant La Pimienta, propiedad de éste último, ubicado en la Calle 11 con 6ta. Avenida de San Felipe, a pocas cuadras de la sede de la gobernación, y del cual se habrían salido a la calle a proferirse amenazas en relación a un negocio, del cual los comensales poco entendieron.
El día que ocurre la detención, el 15 de julio de 2015, Calero Gonnella dejó en horas de la mañana su camioneta Meru en un taller ubicado en la 4ta Avenida con La Quebrada Guayabal de San Felipe, donde reparan equipos de sonidos y cremalleras, de allí se fue para el restaurant donde desplegaba su actividad comercial; en el transcurso de la tarde llegó al taller una comisión de funcionarios policiales, comandada por David Lozan, y sin mediar palabra le preguntaron al dueño del taller de quién era ese vehículo, y sin presentar orden judicial alguna forzaron al propietario del taller a entregarle la llave de la camioneta Meru, simplemente por el hecho de que eran funcionarios, tras lo cual habrían sembrado la droga en la camioneta, que al final resultó no ser éxtasis sino anfetamina. Ahora bien, ¿si la droga estaba a la vista, como aseguraron los funcionarios policiales, cómo es posible que Calero Gonnella la haya dejado en el taller sin tomar ninguna previsión? Luego de la supuesta manipulación de la camioneta, fueron a buscar a Calero Gonnella al Restaurant La Pimienta, lo llevaron al taller y tras abrir el carro delante de él, hizo su aparición la droga y también el Fiscal antidrogas Esau Alba Morales, quien dirigió la investigación sin solicitar orden de aprehensión para personas a quienes se les habría encontrado drogas ni la incautación de bienes muebles e inmuebles donde también se dijo que aparecieron estupefacientes, obviamente esa omisión fue el resultado de la activación por su parte del mecanismo de extorsión denunciado por Lorena Gonnella.
En cuanto a la retaliación, en nuestra próxima entrega daremos a conocer detalles de la misma, orientada a despojar a los padres deAndrés Calero Gonnella de una planta procesadora de alimentos. Asimismo, de cómo encontraron droga en casa de una ciudadana que resultó ser hermana de un yerno de Luisa Estela Morales. https://www.youtube.com/watch?v=Dtju_66A53g Habemus Familia…
to be continued…