Pero la matriz de opinión nacional es que 87% de los ciudadanos cree que la situación económica del país es mala y el 46,1% cree que el responsable es el Presidente Nicolás Maduro. Esta percepción es muy difícil de revertir porque está sólidamente asentada en hechos que golpean duramente a los venezolanos: largas colas para conseguir bienes básicos desde comida hasta desodorante o medicinas. Destrucción de las instituciones de salud donde los sectores más empobrecidos deben también sufrir toda clase de maltratos humillantes para acceder a servicios de salud deficientes, el país sufre epidemias de las que nunca había sufrido como la sarna y de otras que desaparecieron hace un siglo como la tuberculosis y el paludismo, crece la pobreza de manera acelerada -55%- impulsada por salarios de hambre, basta fijarse en que el salario mínimo apenas rebasa los $10 mensuales es decir que demasiados deben sobrevivir con apenas centavos de dólares diarios.
Esta realidad no es otra que la ominosa traición del chavismo a su propia palabrería socialistoide, al hecho de que su supuesta preocupación por los males sociales del pueblo no es sino una coartada detrás de la cual esconder la más oscura y proterva voluntad de poder, aquella que carece de todo escrúpulo, ética o moralidad. Que su lucha anticapitalista no es más que la coartada para saquear las riquezas del país sin tener que justificarse en competencias intelectuales o en la capacidad para construir un aparato productivo eficaz y eficiente.
El chavismo tras el descalabro que les produce la falta de aquello que les permitió el usufructo del poder sin principios: la desaparición del líder que les daba cohesión, el despilfarro de una inmensa fortuna proveniente del mayor ciclo histórico de alza de los precios del petróleo y la desaparición del apoyo popular con el que medio contaron hasta el 2014. Quieren conservar el poder a toda costa prevalidos del dominio del Estado hoy devenido en un inmenso aparato publicitario y una violencia que ya no respeta a ningún sector social, como lo prueba la ofensiva de las OLP contra los barrios populares, usarán el control de los pocos bienes básicos que puedan reunir para tratar de revertir la tendencia electoral que los desfavorece ampliamente, y continuaran armando conflictos fronterizos ficticios.
El chavismo hará un uso intensivo de la violencia, el terror y de la propaganda de una manera indiscriminada, como lo prueba la ignominiosa sentencia a Leopoldo López y las estudiantes, jóvenes de 20 años apenas, un acto de venganza y no de justicia; que tiene también por supuesto la intención de tratar de explotar diferencias en el seno de la oposición, pero también en esto fracasaran.
La tendencia electoral hacia el 6D es irreversible, lo más probable es que con el recrudecimiento de los sufrimientos colectivos de los venezolanos la actual ventaja de 30% se amplié para producir un ejemplar voto castigo a aquellos que han arruinado al país, y que será el preludio de la recuperación democrática la única capaz de regresar la economía a la senda del desarrollo.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog