China e Irán manifestaron hoy su interés por estrechar sus lazos en importantes aéreas, como la seguridad, el comercio o la energía, durante la visita del ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad-Javad Zarif, al país asiático, después del histórico acuerdo nuclear alcanzado con Teherán en julio.
EFE
El acuerdo, que limita el programa atómico iraní al mismo tiempo que levanta las sanciones que estrangulan la economía de Irán y que afectan principalmente al sector de petróleo, permite abrir una nueva etapa en la relación entre China e Irán, según evidenciaron hoy Zarif y su homólogo chino, Wang Yi, en su encuentro en Pekín.
China, el mayor consumidor de crudo iraní, participó en los años de negociaciones del acuerdo y abogó por que Irán y las potencias del Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) llegaran al consenso.
En el encuentro de hoy, Zarif agradeció a China su papel en las discusiones y coincidió con Wang en que es momento de impulsar la cooperación, en especial, en la lucha contra el terrorismo, y en aumentar los intercambios en aéreas como energía e infraestructuras, informa la agencia oficial Xinhua.
“Como Irán es un buen amigo, China confía en la perspectiva de profundizar la cooperación beneficiosa para ambos países”, resaltó Wang en un encuentro con la prensa posterior a la reunión.
Tras el acuerdo nuclear, las empresas chinas compradoras de petróleo buscan incrementar su presencia en Irán, en un momento en que la carrera de compañías de todo el mundo por ingresar en el mercado de hidrocarburos iraní ya ha comenzado, si bien el Gobierno de Teherán ya ha manifestado que aquellos que le apoyaron durante las sanciones seguirán teniendo un trato prioritario.
China, cuyo mercado es uno de los pocos que se mantuvieron abiertos para Irán tras la imposición de sanciones por las Naciones Unidas en 2010, tiene en el país de Oriente Medio a su tercer mayor suministrador de crudo, que le vende casi el 12 % de su consumo anual de petróleo.
En conjunto, el comercio bilateral entre ambos países alcanzó los 51.000 millones de dólares en 2014.
En este contexto, el jefe de la diplomacia china afirmó que Pekín cumplirá sus promesas y jugará un papel “activo y constructivo” en la implementación del acuerdo nuclear, que se prolongará unos diez años y que no está exento de dificultades, indicó.
El primer ministro chino, Li Keqiang, que también se reunió con el titular iraní, urgió a todos los países implicados a realizar “esfuerzos conjuntos” para cumplir el pacto y se comprometió a trabajar con Irán “para mantener la paz y la estabilidad en la región, incluido en el vecindario de ambas naciones”.
Además, señaló que, en un momento en el que Irán “está en un período crítico de mejora de infraestructuras e industrialización”, China cooperará con Irán en términos de capacidad industrial.
China e Irán también acordaron “conectar” el plan “Un Cinturón, Una ruta”, el proyecto de Pekín para enlazar Asia y Europa a través de un cinturón económico, con los planes de desarrollo de Teherán.