El cáncer sigue siendo la principal causa de muerte entre los latinos de EE.UU., aunque las tasas de diagnóstico y fallecimiento por esa enfermedad siguen bajando y son inferiores a las de los blancos no hispanos, según un estudio publicado hoy por la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS).
EFE
Se espera que 125.000 hispanos sean diagnosticados por primera vez con cáncer y otros 37.800 mueran por esa enfermedad este año, lo que sitúa a esa enfermedad como la principal causa de muerte, seguida por la cardiopatía, indica el informe.
No obstante, en la última década, la tasa de nuevos diagnósticos de cáncer ha bajado un 2,4 % por año entre los hombres hispanos y un 0,5 % anual entre las mujeres latinas; y el índice de muerte por esa enfermedad ha disminuido un 1,5 % anual entre los hombres y un 1 % entre las mujeres.
En general, las tasas de nuevos diagnósticos de cáncer son un 20 % inferiores entre los hispanos que entre los blancos, mientras que los índices de fallecimiento por esa enfermedad son un 30 % menores, según el estudio.
Eso se explica en parte, de acuerdo con la ACS, porque los hispanos tienen menos probabilidades que los blancos de ser diagnosticados con los cuatro tipos de cáncer más comunes en Estados Unidos: los de pecho, próstata, pulmón y colon.
En cambio, los hispanos tienen tasas más altas de nuevos casos y muertes por cánceres de estómago, hígado, cuello del útero y vesícula biliar.
Esa tendencia “refleja una mayor exposición a agentes infecciosos causantes del cáncer, menores tasas de pruebas médicas para detectar el cáncer cervical y riesgos de cáncer relacionados con la obesidad y la diabetes”, según el informe.
El estudio también detecta que los hispanos tienen más probabilidades que los blancos de ser diagnosticados cuando su cáncer se encuentra ya en una etapa avanzada.
Dado el origen diverso de los hispanos en EEUU, las pautas de cáncer varían entre cada uno de los subgrupos: por ejemplo, las tasas de incidencia y muerte entre puertorriqueños y cubanos son más parecidas a las de los blancos que las de los mexicanos.
Según la principal autora del informe, la doctora Rebecca L. Siegel de la ACS, el crecimiento de la población hispana en el país se debe ahora principalmente a los nacimientos y no a la inmigración, lo que “probablemente cambiará el perfil de riesgo de cáncer para este grupo en el futuro”.
“La segunda generación, nacida y crecida en Estados Unidos y más vinculada al estilo de vida en el país, tiene tasas de cáncer más altas que los inmigrantes de primera generación, así que podemos ver una incidencia mayor del cáncer en este grupo en el futuro”, pronosticó Siegel en un comunicado.
La Alianza Nacional para la Salud de los Hispanos, un grupo centrado en las necesidades sanitarias de los hispanos, consideró hoy “vital” un acceso temprano e integral a los servicios de salud para detectar el cáncer en sus primeras fases.
“Estos datos (de la ACS) deben verse como parte de una visión mayor de la salud de los hispanos. Los hispanos viven más tiempo que los blancos no hispanos y, en general, tienen una menor incidencia de cáncer que los blancos no hispanos”, afirmó en un comunicado Jane L. Delgado, presidenta de la citada Alianza.
Tanto la Alianza como la ACS coincidieron en que es necesario mejorar el acceso de los hispanos a pruebas médicas y vacunas, además de reducir el hábito del tabaco, el consumo de alcohol y la obesidad.