La Cámara de Comercio del estado Apure fijó posición respecto al cierre fronterizo en esa entidad y la calificó de “negativa”, pues agrava la crisis económica.
A través de un comunicado, la directiva exhorta al gobierno a restablecer el intercambio comercial y el ingreso de ciudadanos colombianos que entran al país a hacer actividades lícitas.
De esta manera, finaliza con la premisa de que aplicar un cierre, incrementa el problema mas allá de solucionarlo.
A continuación, el texto completo:
El reciente cierre del paso fronterizo decretado por el Presidente de la República en la noche del martes 15 de septiembre en el Estado Apure, en los municipios Pedro Camejo, Rómulo Gallegos y Páez, es una medida negativa para los habitantes de estas zonas fronterizas, debido a que por estas zonas de alguna u otra manera se comercializa materia prima y productos terminados, tales como: alimentos, productos de aseo personal, productos para panaderías, textiles, autopartes y calzados.
Desde la Cámara de Comercio, Industria y Servicios del Estado Apure, manifestamos nuestra inconformidad con la medida implementada por el Gobierno nacional de cerrar la frontera con Colombia por los estados Táchira, Zulia y ahora por nuestro Estado Apure, mediante decreto de Estado de excepción.
Esta decisión agrava la crisis económica, y además, genera un impacto negativo a nivel social y económico para estas regiones. Dichas zonas consideramos deben estar bajo regímenes especiales en materia económica y social para promover el desarrollo y fortalecimiento de estas.
Solicitamos al Gobierno nacional restablecer el intercambio comercial, el ingreso de ciudadanos colombianos que entran al país a hacer actividades de índole comercial lícitamente; por tanto es necesario que se les garantice el respeto a la Constitución y a las leyes del Derecho Internacional. El bloqueo de la frontera no estimula la recuperación económica del país, tampoco es garantía de acabar con el contrabando y el bachaqueo, siendo este producto de la alta tasa de desempleo que existe hoy día en el país y mas en estas zonas donde no hay grandes empresas e industrias que puedan generar fuentes de empleos decentes.
El 40% de la población de estos municipios se ha dedicado al comercio informal ven en esto una manera de sobrevivir ante la grave crisis económica y social en la que está sumergida el país. Consideramos que debe existir un control en nuestra frontera para que fluya con total normalidad el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia, pero no aplicar un cierre que mas allá de solucionar el problema lo incrementa.