El papa Francisco se despidió hoy de Cuba tras una visita de cuatro días y partió rumbo a Estados Unidos, la segunda escala de un viaje marcado por el papel que ha jugado el pontífice en la reconciliación entre esos dos países.
Sobre las 12:30 hora local (16:30 GMT) el pontífice abandonó Cuba a bordo del Airbus A330-200 de la compañía Alitalia en el que viaja, tras ser despedido en el Aeropuerto “Antonio Maceo” de Santiago por el presidente de Cuba, Raúl Castro.
En la ceremonia de despedida, en la que no hubo discursos, el papa, acompañado de Raúl Castro, saludó antes de su partida a miembros de la jerarquía católica y del gobierno cubano, entre otras autoridades.
Una guardia de honor y los sones de los himnos de Cuba y el Vaticano completaron la ceremonia.
Raúl Castro, vestido con guayabera blanca, acompañó al pontífice, conversando con él de forma animada, hasta el pie de la escalerilla del avión donde se despidieron con un prolongado apretón de manos.
De la fachada del aeropuerto colgaba una gran pancarta donde se podía leer “Buen viaje papa Francisco”.
Durante su visita a Cuba, el argentino Jorge Bergoglio ha desarrollado una intensa agenda en las ciudades de La Habana, Holguín y Santiago, donde ha oficiado dos misas multitudinarias al aire libre más otra hoy martes dentro del Santuario de la Virgen de la Caridad, y ha mantenido encuentros con jóvenes, familias y con religiosos católicos de la isla.
También se ha reunido con el presidente Raúl Castro, quien acompañado de miembros de su gobierno ha asistido a las misas que el pontífice ha celebrado en las tres ciudades escenario de su visita.
Francisco también vio en La Habana al expresidente cubano Fidel Castro, de 89 años y retirado del poder desde 2006, con quien mantuvo un encuentro distendido y familiar.
En el último día en Cuba y durante su homilía en el Santuario del Cobre, Francisco instó a “sembrar reconciliación” y dijo que la Iglesia quiere “tender puentes” y “romper muros”.
A su llegada a Estados Unidos, el papa Francisco será recibido por el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su esposa, Michelle, en la base aérea de Andrews (Maryland), reseñó EFE.
Ambiente de fiesta
Santiago de Cuba, la cuna de la revolución cubana, del ron y de la trova, dio este martes una despedida con ambiente de carnaval al papa Francisco, a su paso en el ‘papamóvil’ por sus pintorescas callejuelas, antes de partir a Estados Unidos.
La comitiva del papa argentino entró hacia la Catedral de Santiago por la calle Aguilera y se detuvo un momento frente a la antigua iglesia de Dolores, reconvertida en Sala de Conciertos, junto a la plaza del mismo nombre, donde se habían congregado desde la madrugada cientos de personas para saludarlo.
“Esto es como un carnaval”, declaró a la AFP Josefina Prosper, de 17 años, presidenta de la Federación de Estudiantes Secundarios de la provincia, aludiendo a la fiesta tradicional que se celebra cada julio en Santiago de Cuba, la mayor ciudad del oriente de la isla.
“Hoy es mejor todavía, porque hay más alegría”, dijo su compañero Víctor Manuel Sánchez, también de 17 años, aunque su profesora de Física, Natacha Expósito, intervino para aclarar que eran “acontecimientos diferentes”.
“En los carnavales se desborda mucha alegría y energía, pero esto es diferente, esto es único, porque carnavales hay todos los años”, explicó a la AFP esta maestra, que dijo ser prima del jefe del Partido Comunista en la provincia, Lázaro Fernando Expósito, quien ejerce como gobernador.
La breve detención en la antigua iglesia de Dolores que hizo el papa, quien iba acompañado en el papamóvil por el arzobispo de Santiago, Dionisio García, desató gritos de la multitud que había esperado cuatro horas para verlo.
– “Me dio su bendición” –
Aunque no era posible escuchar lo que le decía el arzobispo a Francisco, es posible que le contara que ese templo inaugurado en 1908 (en el sitio donde había una ermita del siglo XVII), ahora era la más famosa Sala de Conciertos de la ciudad.
Tras un voraz incendio que destruyó el templo parcialmente en 1975, para facilitar su reconstrucción el Arzobispado donó el inmueble al Estado, que lo reconvirtió en la Sala de Conciertos Dolores, que posee fama de tener de las mejores acústicas de la isla. Allí actúa el famoso Orfeón Santiago y todavía conserva su órgano original.
Curiosamente, a pocos metros de donde se detuvo temporalmente el papamóvil está el ‘Bar Don Pancho’, apodo de los Francisco, que exhibía en su vidriera una enorme foto del papa junto a una imagen de una botella del famoso ron Santiago.
Esta ciudad no sólo es cuna de la revolución cubana, sino también del ron y de la trova, que le ha dado fama a la música cubana en el mundo.
El papa reanudó su trayecto hacia la Catedral, donde poco después bendijo a la ciudad y bromeó diciendo que “no existe suegra perfecta”.
Los congregados en la plaza de Dolores también rieron cuando vieron que el final de la larga comitiva de Francisco iba un papamóvil vacío de repuesto.
Luego, la multitud, que había estado ordenada hasta ese momento, ocupó las calles en un ambiente festivo tal como en la fiesta del carnaval, cada 25 de julio.
“El papa me dio su bendición”, repetía emocionada Sheila Álvarez, de 11 años, alumna del séptimo grado de la escuela José de la Luz y Caballeros.
También estaba emocionada Dolores “Lola” López, una turista española acompañada por sus amigas Mercedes y Paz García, quienes por coincidencia estaban en la misma ciudad que el papa.
“Nos ha pillado aquí de vacaciones”, dijo García a la AFP.
AFP