Estudió Biología Molecular porque siempre quiso saber “de qué estamos hechos por dentro”, y bien pudo ser esa misma inquietud la que acabó conduciendo los pasos de Lorenzo Vigas hacia el cine. “Desde Allá”, su ópera prima, llega al Festival de San Sebastián avalada por el triunfo en Venecia.
“Mi película es una confrontación desde todos los puntos de vista: social, sexual, sentimental”, dice el cineasta (Mérida, Venezuela, 1967) en una entrevista tras la proyección del filme en el certamen. “Ojalá ponga a hablar a los venezolanos”, desea.
Desde luego en San Sebastián (norte de España) ha calado gracias a un guion lleno de sutilezas y a las sólidas interpretaciones de Alfredo Castro y el debutante Luis Silva. Ambos forman una extraña pareja: un hombre maduro homosexual, que trabaja como protésico dental, y un chico de la calle, un delincuente que roba para subsistir.
“Es una película sobre un encuentro entre dos personas con carencias emocionales -sostiene Vigas-, si bien es cierto que quise poner el dedo en la llaga con el tema de la homosexualidad. Vivimos en países donde aún hay un estigma muy fuerte. En los barrios pobres de Caracas es muy condenado y en México igual”, sostiene.
Vigas, hijo del artista plástico Oswaldo Vigas, confiesa que su personalidad es “obsesivo compulsiva”, y que en la película están presentes algunas de sus obsesiones: la figura del padre, las dificultades de relacionarse en un plano emocional o las diferencias de clases en su país.
“En Venecia le dediqué el premio a Venezuela, estamos atravesando un momento duro y ojalá esto nos ayude un poquito”, apunta.
“Yo creo que va a haber gente a la que le guste mucho y otras que la rechacen. No es una película para gustar a todos, pero en mi opinión ser honesto implica eso, conectar con unos y no con otros. Para mí lo importante es que genere discusión y polémica”, insiste.
Desde un punto de vista formal, llaman la atención los juegos de desenfoque en los que se difumina una agitada Caracas y el personaje principal, Armando (Castro), un tipo taciturno y pausado, que contrasta con la juventud y la energía de Elder (Silva).
“Quería filmar a Armando como un fantasma en la ciudad de Caracas, está físicamente ahí caminando pero emocionalmente está en el pasado, atado a sus recuerdos”, explica.
Aunque en los últimos años Venezuela ha alumbrado títulos importantes, como “La hora cero”, “La distancia más larga” o “Pelo malo”, que compitió en San Sebastián el año pasado, Vigas asegura que rodar una película en su país sigue siendo muy complicado.
“Como la inflación es tan grande, el dinero que te dan hoy la semana que viene vale mucho menos. Pero es un reto que tenemos que asumir porque Caracas es una ciudad maravillosa para filmar en un sentido artístico y esa dificultad hay que convertirla en ganas de hacer”, afirma.
“Las calles de Caracas son complejas, hay una inseguridad galopante, hay que tomar medidas de precaución, pero vale la pena el reto”, precisa.
Luis Silva, caraqueño de 22 años, ha acompañado a su director en la presentación del filme tanto en Venecia como en San Sebastián. Es la primera vez que sale de su país, y está emocionado.
“Si he llegado hasta aquí puedo llegar más lejos. Voy a aprovechar esta oportunidad para aprender y perfeccionarme”, señala el actor, que desprende en pantalla un magnetismo y una convicción asombrosas.
Y eso que su personaje no era nada fácil, no solo por la relación sexual y sentimental que establece con un hombre mayor, sino porque durante el rodaje no sabía lo que iba a pasar con él. Vigas solo le entregaba las páginas del guion que iban a filmar ese día.
“No fue nada fácil para mí interpretar a Elder pero puse todo de mí hasta el punto de que se me olvidaba quién era yo, me transformaba”, dice. “Y Alfredo Castro es un maestro, me enseñó que el mejor actor no actúa, simplemente siente”.
Sobre la inspiración para dar vida a este delincuente que roba para poder sobrevivir, explica que lamentablemente, no tuvo que ir muy lejos.
“Es así en Caracas. Obtener comida es muy difícil. Las personas ganan un sueldo de 10.000 bolívares y la cesta básica es 10 veces más. La delincuencia se genera porque muchas personas se ven obligadas a ello”, comenta.
Producida a caballo entre Venezuela y México, con la complicidad de Guillermo Arriaga, Rodolfo Cova, Michael Franco y Gabriel Ripstein, “Desde allá” competirá con los títulos alumbrados por algunos de ellos en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián.
“Estoy igual de nervioso aquí que en Venecia”, afirma Vigas. “Nunca sabes cómo te van a recibir, pero de momento he encontrado aquí una energía muy buena”. EFE