La disputa fronteriza fue supuestamente resuelta en 1899 cuando un tribunal de arbitraje, bajo presión de Estados Unidos, decidió dónde empezaba la Guayana Británica y dónde empezaba Venezuela, publica El Nuevo Herald.
Pero más de un siglo después, la única nación de habla inglesa de Sudamérica y su vecina de habla hispana están de nuevo enzarzadas en una batalla fronteriza de alto riesgo en la que ambos gobiernos intercambian duras críticas y se acusan mutuamente de violar las leyes internacionales.
“Quiero tener relaciones de respeto”, dijo recientemente en Caracas el presidente venezolano Nicolás Maduro tras acusar al recién electo presidente de Guyana David Granger y al ministro de relaciones exteriores Carl Greenidge de lanzar una nueva serie de “ataques” entre crecientes tensiones sobre la región disputada de Esequibo.
El disgustado Maduro, quien ya había retirado en julio a su embajadora en Guyana, suspendió por el momento la aprobación del embajador designado de Guyana.
“Por un lado nos piden, nos solicitan el plácet para una embajadora y por el otro nos destruyen, nos atacan, nos amenazan y dicen cualquier cantidad de ofensas contra Venezuela”, dijo Maduro en su discurso semanal por radio y televisión, refiriéndose a comentarios que hizo supuestamente Greenidge durante su visita a Miami de este mes. “El gobierno del presidente Granger tiene que decir la verdad”.
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