No es la primera vez que Volkswagen está en boca de todos por malos hábitos.
A pesar de haber sido un apreciado símbolo de la economía social de mercado alemana, la compañía de automóviles ha sido foco de polémica desde el momento de su creación en 1937.
Y ahora que un escándalo por disfrazar los niveles de contaminación que emiten 11 millones de vehículos de motor diésel, la controversia vuelve a dominar las calles de Wolfsburgo, la ciudad que se erigió alrededor de la empresa.
Después de que Martin Winterkorn renunciase el viernes, ahora se esperan detalles sobre sobre los modelos y la ubicación de los carros que no pasaron los controles ambientales y, sin embargo, se vendieron.
Mientras tanto, muchos recuerdan el origen indecoroso de la empresa.
“Automóvil del pueblo”
Volkswagen fue creada por el Frente Alemán del Trabajo, una organización sindical alemana que surgió después de que el gobierno nazi aboliera los sindicatos tradicionales.
Se trataba de una productora de autos de lujo.
Luego, cuando compañías como Ford y Mercedes estaban produciendo modelos para las masas, Adolfo Hitler pidió a Volkswagen crear un “automóvil del pueblo”.
El carro tendría espacio para dos adultos y tres niños, motor trasero refrigerado por aire y se podría comprar a través de un plan estatal de crédito, que por sus malos resultados terminó siendo un estilo de subsidio.
Más de 300.000 personas entraron el plan.
Y así empezó la larga, exitosa y popular historia del Escarabajo, considerado uno de los carros más influyentes del siglo XX.
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