La situación de desabastecimiento que atraviesa el país producto de la crisis económica y de la poca producción nacional, ha generado un escenario de anaqueles vacíos y grandes colas en los supermercados, una realidad a la que ni siquiera los animales pudieron escapar. Diario Los Andes
Durante un recorrido realizado por las diferentes tiendas de mascotas que hacen vida en el municipio Valera, se pudo constatar de primera mano la odisea que realizan quienes tienen a su cuidado la vida de un animal doméstico para poder obtener los alimentos y medicamentos necesarios.
La comida canina es uno de los rubros de mayor demanda que más escasea en las tiendas debido a falta de materia prima que enfrentan las empresas productoras a nivel nacional. Esta misma situación se repite con la gatarina, motivo por el cual los dueños de felinos deben visitar varios establecimientos para conseguir el alimento. Los tratamientos médicos para animales domésticos y de cría también se encuentran exiguos, situación que pone en peligro la vida de los “peludos”.
Cristhian Safner, miembro de la organización trujillana Voz y Vida Animal, informó que en los últimos meses se han dado numerosos casos de mascotas que perecieron debido a la falta de vacunas y medicamentos. “Lo que ocurre con los medicamentos es lo más preocupante. Anestesia, vacunas y tratamientos son difíciles de conseguir en el estado, lo que pone en riesgo la vida de muchas mascotas. Hasta las primeras vacunas básicas para los ‘peludos’ escasean, y hay enfermedades muy agresivas que no perdonan, como la parvovirosis, que solo ataca a cachorros” aseveró Safner.
Precios volátiles
Al desabastecimiento de alimentos e insumos para los animales se suma la volatilidad en los precios de los productos, que muchas veces representan un duro golpe en los bolsillos para quienes ganan salario mínimo.
La encargada de una reconocida tienda de mascotas valerana, que prefirió mantener su identidad resguardada, explicó que las pocas ocasiones en que recibe la visita de los proveedores que surten el establecimiento, los insumos llegan con precios más elevados para los consumidores, debido a que las tarifas a pagar por los productos aumentan su valor en lapso mínimo de una semana, lo genera pérdida de clientes y repercute de manera negativa en la economía del local. Un bulto de 15 kilos de perrarina Dog Chow tenía un valor de 3 mil bolívares para el mes de agosto.
En la actualidad, la tarifa que deben pagar los compradores para obtener la misma cantidad del alimento canino se ubica en 7 mil bolívares. La ivermectina, un tratamiento desparasitarte para perros y caballos, también sufrió un alza en los precios, alcanzando en la actualidad un valor de Bs. 250, frente a los Bs. 45 que se cancelaban el mes pasado.
Consecuencias
Ante la dificultad para conseguir los productos, los dueños de animales domésticos empezaron a tomar medidas que compensen la carestía de alimentos especiales, acciones que pueden perjudicar el bienestar de las mascotas. De acuerdo a Deivi Aguilar, médico veterinario marabino, la escasez de alimentos ha generado que muchos dueños sustituyan el producto con la comida regular que consumen las personas. Como consecuencia, las mascotas están expuestas a presentar reacciones alérgicas en la piel.
En cuanto a la carencia de tratamientos médicos, Aguilar advirtió que no solo representa un riesgo para la salud de los animales, sino que, además, las personas también se ven vulnerables ante el contagio de enfermedades transmitidas por los ‘peludos’. Abandono Quizá la más cruel consecuencia que acarrea el desabastecimiento de productos para las mascotas es el abandono, una decisión que muchos trujillanos toman al ver la dificultad económica que representa mantener un amigo ‘peludo’.
Según Cristian Safner, el numero de mascotas que han sido dejadas a su suerte en las calles del estado se ha incremento de manera alarmante, por lo que hace un llamado a las autoridades y a la comunidad en general a que tomen conciencia sobre la situación.