Mitzi Capriles, esposa de Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas en detención domiciliaria, considera que Venezuela esta al borde de una crisis humanitaria dado la inminente quiebra “económica, política y moral” que atraviesa la sociedad venezolana.EFE
“Si Venezuela sigue con el régimen totalitario que nos desgobierna, entraremos en una fase de absoluto quiebre económico, político y moral”, dijo hoy Capriles en una entrevista con Efe en Ginebra.
Capriles se reunió hoy con altos funcionarios de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) a quienes les expuso la situación en su país.
“El desajuste es total; la inseguridad es increíble con casi un asesinato cada 20 minutos; tenemos un problema enorme de desabastecimiento alimentario de los elementos básicos como pollo, arroz o leche; sin la posibilidad de comprar toallas sanitarias, o pañales para bebes”, describió la activista.
“Ya no hay una Venezuela polarizada, hay una Venezuela producto de un enorme sufrimiento. Son millones que están desasistidos, que no tienen posibilidad de ir al médico o cubrir sus necesidades básicas”, agregó.
Es precisamente esta situación y, a su entender, el hastío de la población “que durante mucho tiempo estuvo de acuerdo con un proyecto político y que ahora han abierto los ojos”, lo que le hace afirmar con rotundidad que la oposición, aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ganará las elecciones legislativas del próximo diciembre.
“Tenemos la total seguridad de que vamos a ganar esas elecciones para poder recuperar la democracia perdida”, afirmó Capriles.
“Queremos recuperar una Venezuela inclusiva que no esté solamente guiada por un color y un tinte político, sino por la justicia y la equidad”, manifestó.
Acerca de si confía en el proceso electoral y si espera la presencia de observadores internacionales, Capriles indicó que por ahora, el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha aceptado sólo la presencia de representes de UNASUR, pero que la oposición aspira a que se acepten otros de la Unión Europea, la OEA e incluso de la ONU.
“Si el gobierno no tuviera nada que ocultar los invitaría”, señaló.
Con respecto a la situación de su esposo, a quien considera “insólitamente preso por una tremenda arbitrariedad cometida por el gobierno venezolano”, Capriles explicó que siguen a la espera de que pueda declarar.
“No pensamos que haya justicia en nuestro país, pero nos ajustamos al camino, apelamos a los tribunales, y esperamos que la próxima audiencia preliminar sea efectuada y le den la oportunidad de exponer sus alegatos, que son infinitos en su defensa”, subrayó.
El alcalde metropolitano de Caracas está detenido desde hace siete meses acusado de participar en supuestos planes de conspiración contra el Gobierno venezolano.
Tras pasar dos meses en prisión, fue operado y desde abril se encuentra en arresto domiciliario por razones de salud.
“Que no se le permita al alcalde metropolitano expresarse te marca la pauta del grado de inseguridad jurídico-legal que vivimos en nuestro país”, recalcó Capriles.