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A lo 43 años reveló su homosexualidad, un día antes del Sínodo de la Familia en la Santa Sede: “Me verán como alguien que no supo cumplir con su deber, ¡y con un hombre!”, dijo Krystof Olaf Charamsa junto a Edouard, su pareja.
Charamsa aseguró hoy en las páginas de “Il Corriere della Sera” que no le importan las consecuencias de su revelación.
“Quiero que la Iglesia y mi comunidad sepan quién soy: un sacerdote homosexual, feliz y orgulloso de mi identidad. Estoy preparado para pagar las consecuencias, pero es el momento de que la Iglesia abra los ojos y comprenda que la solución que propone, la abstinencia total de la vida del amor, es inhumana”, defendió.
Fotos AFP