La Misión Niño Jesús tiene rato que no se pasea por el Hospital Central Antonio María Pineda y ese programa social que garantizaría que toda mujer tuviera un parto digno, en condiciones adecuadases el más clamado por las parturientas que se encuentran recluidas en el tercer piso del mencionado centro de salud, pues por cada incubadora que hay en el área de neonatología hay tres niños, situación que fue considerada por familiares como hacinamiento.
Sobre el caso, el director sectorial de Salud en Lara, Ruy Medina, dice que hay unas 15 incubadoras deterioradas a las que “no pueden ni tocar” porque se trata de un bien que fue adquirido bajo la Misión Niño Jesús, a través del convenio Argentina-Venezuela y son ellos los encargados de hacer la debida reparación a los equipos que superan el año arrumados. “Eso es un parapeto que tienen que hacer para poder repararlas.
Me consta que se han hecho las diligencias ante el Gobierno nacional, pero aún siguen sin dar respuesta”, asegura el médico y detalla que no hay necesidad de crear alarmas en la población y aprovechó de informar que ayer en la mañana pudo constatar que 14 bebés están siendo atendidos en el área de neonatología y que presentan déficit de peso e inmadurez en sus pulmones.
Mencionó que cinco recién nacidos estaban siendo tratados con aparatos especiales y brindándoles la atención inmediata. No confirma un colapso en ninguna de las áreas del tercer piso, pero asegura que hay mucho parto y que todos son atendidos.